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Cuando estás en el fondo del mar y una foca viene a pedirte unos mimos

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A este simpático animal no se le ocurrió otra idea que pedirle a un submarinista que le rascara la panza

Playground community

03 Septiembre 2018 18:11

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Hacer submarinismo ya es, por general, una experiencia mágica. Pero si encima te pasan cosas como esta... A nuestro hombre le debió durar la sonrisa tonta varias semanas.

Como has podido ver, en su paseo por el fondo del mar este submarinista se encontró con unas simpáticas focas. No se conformaron en acercarse o nadar a su lado, no. Una de ellas fue más allá. Quería unos mimos. Así que no dudó en acercarse al hombre para lograr lo que quería. Su pretensión era sencilla: quería que el buzo le rascara su panza. Algo a lo que el hombre accedió divertido.

La escena, que sucedió en las aguas de las islas Sorlingas, ubicadas al oeste de la costa de Cornualles, en el extremo suroeste de Inglaterra, nos recuerda que nos equivocados si pensamos que solo nuestros animales domésticos pueden necesitar del calor humano. A veces también la fauna marina busca ese calor.

Hace unos días trascendió, por ejemplo, la historia de Zafar, un delfín que se había puesto demasiado cariñoso con los bañistas de una playa en la Bretaña francesa. A Zafar se le vio buscando el roce con bañistas y pequeñas embarcaciones. Tanto que las autoridades decidieron cerrar temporalmente la playa. Los medios se regocijaron hablando de aquel delfín "tan caliente que intentaba tener sexo con los bañistas". Al final tuvieron que salir expertos como Elizabeth Hawkins, investigadora principal de Dolphin Research Australia, a explicar que los delfines son animales sociales y que lo que le está sucediendo a Zafar es que, tras haberse visto aislado por otros delfines, estaba buscando cubrir sus necesidades sociales acercándose a los humanos de aquella playa.

“Zafar es lo que llamamos un ‘delfín solitario sociable’, lo que significa que por alguna razón ha sido aislado de otros delfines y ahora es un ‘paria social’”, explicaba Hawkins a The Washington Post. “El delfín busca el afecto, la necesidad, anhela el contacto social de cohortes, y esa necesidad no se cumple. Por eso trata de probar diferentes comportamientos hacia los humanos para tratar de lograr esa satisfacción social, y es entonces cuando pueden surgir comportamientos extraños”.

Incluso los animales que viven de forma libre pueden querer relacionarse con nosotros de una forma más intima y especial. A veces por pura necesidad. Otras veces, como en el vídeo que encabeza estas líneas, por puro placer.

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