Entrevistamos a Jedet para hablar sobre etiquetas, el acoso que sufre por su apariencia femenina y cómo el Orgullo Gay alimenta la sociedad patriarcal.
King Jedet no está aquí para complacerte ni tampoco para decirte lo que quieres escuchar. Le da igual lo que la gente piense de su larga peluca rojo carmín, de sus uñas perfectas llenas de perlas o de los vestidos y monos ceñidos que viste. Jedet Sánchez, el nombre que se esconde detrás de este cantante y escritor, desafía todo lo normativo; sabe quién es ahora, pero desconoce quién será mañana.
Aunque saltó a la fama por sus tutoriales sobre cómo maquillarse, eso ya forma parte del pasado. “El mensaje que tenía que dar en YouTube ya lo he dado”, explica a PlayGround. Ahora ha encontrado en la escritura y en la música sus nuevas vías de expresión: Jedet tiene un libro publicado, Mi último regalo, y está preparando una mixtape que saldrá en junio, mes en el que actuará junto a su amiga Ms Nina en el Pride de Barcelona.
“Para mí yo no soy diferente, incluso me considero aburrido”, cuenta mientras los turistas que se pasean por la Casa Batlló de la ciudad condal se acercan de hurtadillas y le sacan fotos, a pesar de que no saber quién es. “La gente es muy literal. Ven a un chico con pintalabios y con el pelo así y en seguida dicen ‘ah, es trans’ o ‘es una mujer’. Lo asocian con la imagen de una chica y lo entiendo porque de pequeños nos han educado así”, repunta Jedet, consciente de que es “muy difícil deconstruirse y volver a construirse”.
“Ni siquiera yo sé quién soy ni si acabaré definiéndome, a lo mejor dentro de cinco años estoy aquí con una 105 de pecho. ¿Qué es ser mujer? ¿Qué es ser hombre? Yo no sé qué es eso. Yo solo sé lo que siento en mi interior”, argumenta. Entonces, ¿qué es el género? “El género es una construcción social y ya está. Nos podrían haber contado otro cuento y todo sería distinto. Yo esa construcción social me la paso por el forro y hago lo que me da la gana”, sentencia este DJ catalán que aparecerá en la serie Looser de la youtuber Soy Una Pringada que se estrena en unas semanas.
King Jedet / Stephen Lyne
Jedet no entiende la identidad ni el género como algo cerrado, sino como un estado que va permutando y evolucionado a lo largo del tiempo. Ahora camina entre lo azul y lo rosa; entre lo masculino y lo femenino, en eso que llamaríamos género fluido. Pero esto también tiene fecha de caducidad. “Eso de gender fluid es una etiqueta que yo usé en una determinada época de mi vida. Sentí que tenía que definirme en algún momento porque notaba mucha presión social. Todo el rato me decían ‘¿qué eres?’. Investigué y escuché a Miley Cyrus decir que era gender fluid. Sentí que me identificaba y lo empecé a usar, pero luego me di cuenta de que esa etiqueta también me oprimía”, afirma.
Sin embargo, esto no significa que las etiquetas no sirvan para nada: “La dejé de usar porque quiero ser libre y no me considero nada. Soy Jedet y esto es lo que hay. Sé que las etiquetas ayudan a visibilizar, pero creo que también siendo como soy ya estoy dando una visibilidad. Moviéndome en los círculos en los que muevo estoy representando a gente que se pueda sentir como yo, aunque mi intención no es más que representarme a mí mismo”.
En la bandeja de DM de su Twitter y de su Instagram cae una lluvia constante de comentarios de chicos y chicas que le dan las gracias por ayudarles a abrazar lo que realmente son, algo que Jedet agradece a la vez que relativiza: “Es muy bonito el amor que recibo, pero yo no quiero tener ninguna responsabilidad porque no me considero un modelo a seguir. Soy activista pero no soy lo que la gente identifica como activista. Yo creo que hago activismo con mis canciones, mis libros, mis videos o mis stories. Visibilizo que no todo es blanco o negro. Te puede gustar más o menos, te puedes sentir más o menos identificado, pero algo debe estar ayudando a la gente”.
Romper desde dentro una sociedad heteronormativa pasa factura y el golpe en la mesa que ha dado Jedet para ser libre ha despertado odio, sobre todo dentro de la escena LGTB+. “Yo me muevo en el ámbito heterosexual y en la música urbana. Y todos ellos me aceptan. Los insultos suelen venir más de nuestro propio colectivo. Muchas veces me han dicho ‘eres una vergüenza para la comunidad’. Sé que a veces me equivoco, pero creo que nuestra comunidad debería ayudarse y señalarse las cosas de una forma en la que todos pudiéramos aprender y crecer”, matiza mientras remarca que, aunque no lo parezca, es muy tímido.
Jedet no se equivoca: La feminidad en ciertos sectores del mundo gay está mal vista. “Hay mucha misoginia y homofobia en la comunidad. En cuanto te ven un poco femenino ya te rechazan. La comunidad gay, que no la comunidad LGTB+, se ha centrado mucho en un hombre musculoso, rico, bronceado, guapísimo, que parece un Ken”, argumenta Jedet, que reflexiona que para muchos homosexuales ser gay implica seguir este patrón y que el ocio LGTB+ esta enfocado hacia este tipo de hombre adinerado. “Tu vas a Chueca y todos los carteles muestran a estos hombres, pero hay más gente. Hay otros tipos de gais, yo por ejemplo no me considero gay”, apunta.
“Todo el Orgullo LGTB+ está montado para el hombre, al menos un 90 % está dirigido a él. Y también hay lesbianas, trans, bisexuales. ¿Dónde quedan ellos? Quizá no dan tanto dinero”, critica Jedet. O quizá el Orgullo está dirigido al hombre porque vivimos en una sociedad patriarcal hecha por y para hombres. “Exacto”, dice con énfasis, y va más allá: “¿Por qué no la rompemos aprovechando cosas como el Orgullo? Porque al final estamos aprovechando el Orgullo para alimentar esa sociedad patriarcal”.
Consecuentemente, ¿King Jedet es feminista? “Soy aliado femenista”, responde y lo aclara: “He recibido educación feminista, mis pensamientos son feministas y mis modelos a seguir son mujeres. Digo aliado porque hay mujeres a las que les molesta que hombres se consideren feministas y no hay nada que esté más lejos de mis intenciones que ofender a alguna mujer”. Su lucha va unida a la de este movimiento porque, entre otras cosas, ha sido víctima de abusos y discriminación debido a su look: “He sufrido cosas que las mujeres sufren, y de las malas. Me han seguido hasta mi portal y me han acosado verbal y físicamente solo por tener apariencia femenina o porque pensaban que era una mujer. El hombre cree que lo femenino es más débil y que puede usarlo cómo quiera”.
King Jedet / Stephen Lyne
Tiene 200 mil seguidores en Intagram pero Jedet, que estudió arte dramático, no está tranquilo por si el odio que recibe llega a terminar en algo grave. Confiesa que usa Cabify para que lo dejen en la puerta de su casa o para que le lleven a los sitios a los que tiene que acudir, sobre todo “si es de noche” y si tiene una “cierta apariencia o estética”. “Paso miedo por la calle. Tengo miedo por mi integridad y no me siento seguro. Al mismo tiempo también me siento muy privilegiado porque sé que en otro país estaría muerto o escondido y no podría ser yo”, aclara.
Jedet Sánchez no un robot pegado a sus redes en busca del like fácil. Jedet es humano y, como todos, tiene inseguridades: “Estoy yendo a terapia desde julio porque voy bastante jodido de autoestima. Me cuesta aceptar mucho el amor y me cuesta menos creer en el odio. Vivir con el rechazo todo el tiempo te tara y acabas creyendo que eres un monstruo, aunque tú sepas que no y que el problema es de ellos. Sin embargo, lo proyectan en ti y, si estás débil, esa proyección te afecta”.
La mirada y las palabras de King Jedet son sinceras. No busca nuestra aprobación. Eso es algo que no está en sus planes desde el día que subió su primer vídeo a YouTube y decidió, gracias un encuentro con Lindsay Lohan, que ya era hora de ser quién es; sin filtros y sin medias tintas. “Mi meta es ir abriendo camino y ponérselo fácil a la gente que está por nacer. Quiero que dentro de unos años haya gente que pueda tener un poco más de libertad gracias a personas que estamos luchando por ser libres”, concluye. Lo está consiguiendo.