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Culture
Al final, resultó estar equivocada
18 Abril 2018 12:17
Lo de Beyoncé este fin de semana en el Coachella sigue resonando, y no es para menos: la cantante no sólo ha hecho historia por ser la primera artista negra en encabezar el festival, sino por ofrecer un show tan despampanante y lleno de contenido político que se ha convertido, merecidamente, en un clásico instantáneo.
Como señaló Doreen St. Felix en New Yorker, Beyoncé rindió homenaje con su set “a Nueva Orleans y su sección de vientos, a los beats cortantes de Houston, a la velocidad del rap de Brooklyn, al dancehall de Kingston, y a Nigeria, al legado de disidentes como Fela Kuti”. En resumen: cultura negra y orgullosa de serlo. Como leitmotiv, Bey también jugó con la imaginería –y la marching band– de las universidades negras, a las que destinará parte de los fondos obtenidos por esta actuación.
Paradójicamente, y debido al prohibitivo precio de su entrada, el público del Coachella es eminentemente blanco.
Y eso es algo que preocupaba, y mucho, a la madre de Beyoncé.
“Le dije a Beyoncé lo asustada que estaba pensando en que el público del Coachella, predominantemente blanco, se sentiría confuso ante ese despliegue de cultura negra; que no entenderían las referencias a las universidades negras”, escribió Tina Knowles-Lawson en Instagram, un día después de que el concierto tuviera lugar. “Su valiente respuesta”, continúa”, hizo que me sintiera egoísta y avergonzada.
“Me dijo que había trabajado muy duro para llegar donde estaba, para encontrar su voz, y que en este punto de su carrera se sentía con la responsabilidad de hacerle un bien al mundo, no con la de intentar ser popular. Que su ambición pasaba por que, tras ver el show, la gente joven buscase información sobre toda esta cultura y viera lo guay que es; que jóvenes negros y blancos escuchasen Lift every voice and sing", apunta, sobre el himno negro, "y vieran cómo de increíble es esa letra para todos; para superar esa brecha que nos separa”.
“Otra de sus esperanzas era animar a jóvenes negros a enrolarse en nuestras increíbles Facultades y Universidades Negras Históricas”, terminaba.
“Me doy por corregida”.
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