Arrestan a punta de pistola a un fan disfrazado de Deadpool creyendo que es un terrorista

Un consejo: si quieres ir disfrazado de Deadpool por Lugano, Suiza, deja las pistolas de plástico en casa. De lo contrario, podrías acabar reducido por la policía.

Attenzione Cosplayer, in Svizzera non scherzano ;-) Deadpool a passeggio per Lugano arrestato https://t.co/HmKsgyd5f4

— Elena 4th (@Elydax) 16 de mayo de 2018

El pasado lunes, en las horas previas a un preestreno de la película Deadpool 2, la policía recibió notificaciones de que había alguien sospechoso portando dos armas de grandes dimensiones en pleno centro de Lugano. “El procedimiento que se sigue en estos casos forma parte de operaciones tácticas”, defendió un portavoz de los agentes. “La policía tiene que intervenir lo más rápidamente posible cuando reciben este tipo de avisos”.

¿Tan rápidamente como para no distinguir a un cosplayer de un terrorista? Tan rápidamente para no distinguir a un cosplayer de un terrorista.

Las fotos del incidente que están circulando por Internet hablan por sí solas: un tipo en mallas rojas esposado y en el suelo, de la misma forma que su acompañante, con agentes rodeándoles y apuntándoles con armas de gran calibre.

Las mallas son las de Deadpool. Los tipos sólo iban a la premiere de Deadpool.

Schweizer Polizei hält Deadpool-Fan für einen Amokläufer https://t.co/AX3JczJgj9 pic.twitter.com/RcS9vYOVqT

— WELT (@welt) 18 de mayo de 2018

Alessandro Botta, el amigo del cosplayer, dijo que él también tenía previsto disfrazarse, pero su amigo se le adelantó. “En ningún momento pensamos que eso supusiera un problema”.

“Tras la tensión inicial, la policía cayó en la cuenta de que lo que estaba ocurriendo. Los agentes se echaron unas buenas risas, pero mi amigo ahora tiene que hacer frente a una multa por haber violado la ley”, añadió Botta. ¿A qué ley se refiere? Al llamado ‘burka ban’ aprobado en 2016, que prohíbe salir a la calle con prendas que oculten los rasgos faciales.

La multa que tendrá que pagar el cosplayer asciende a los 1.000 francos.

En nombre de la lucha antiterrorista, muchas regiones de Europa están recortando libertades ante la pasividad del resto de ciudadanos. Este episodio, así como su resolución, nos recuerdan que, esos recortes, como todos los recortes, los acabaremos pagando entre todas y todos.