El pop y la insinuación sexual han ido siempre de la mano. Desde los contoneos de cadera de Elvis a las travesuras de Miley Cyrus en su fase 'porno-pop', la sugerencia sexual en la música popular ha sido el pan de cada día durante décadas, un lenguaje universal. Pero en Egipto hacer uso de esos códigos universales te puede llevar a la cárcel.

Le acaba de pasar a Shyna. La joven de 21 años, que en la vida real responde al nombre de Shaimaa Ahmed, acaba de ser condenada a dos años de prisión bajo cargos de “incitar al libertinaje” y “dañar la moral pública” por el contenido de uno de sus vídeos. Un clip en el que aparece dando clase a hombres, mientras hace cosas como pintarse los labios:

Shyma, "I Have Isuues" / YouTube

O comer una banana:

Shyma,"I Have Isuues"/ YouTube

O chupar una manzana de forma procaz frente a su clase llena de jóvenes que observan a la artista en estado de éxtasis. “Clase #69”, se lee en la pizarra.

Shyma, "I Have Isuues" / YouTube

Muchos en Egipto protestaron cuando el vídeo empezó a circular. Hicieron llegar quejas directamente a la policía. “La cantante Shyma presenta una lección en depravación para nuestros jóvenes”, escribió una popular cabecera conservadora. Otros han mostrado su apoyo a la artista y han tachado su arresto —llevaba en el calabozo desde mediados de noviembre— de increíble e injusto.

Cuando fue detenida en noviembre, Shyna negó los cargos. Intentó jugar la baza del desconocimiento, alegando que los planos más conflictivos habían sido incluidos por el director del vídeo sin su consentimiento (también el director, Mohamed Gamal, ha sido condenado a dos años de prisión in absentia). No coló.

Ahora Shyna se muestra, sobre todo, sorprendida. “Pido disculpas a todas las personas que hayan visto el vídeo y se hayan sentido ofendidos o lo hayan interpretado de una manera inadecuada”, escribía la artista en su perfil de Facebook. “Nunca pensé que todo esto pudiera llegar a pasar y que fuera a ser objeto de un ataque tan virulento por parte de todos”.

“Nunca pensé que todo esto pudiera llegar a pasar y que fuera a ser objeto de un ataque tan virulento por parte de todos”.

La condena de Shyma coincide con el calvario judicial de Sherine Abdelwahab, una popular cantante egipcia que se enfrenta a un insólito juicio por hacer una inocente broma sobre el Nilo durante uno de sus conciertos.

En aquel show una fan le suplicó a la artista que cantara ¿Alguna vez bebiste del Nilo?, una canción que es un símbolo de orgullo patrio en Egipto. La artista replicó con un “Cogerás esquistosomiasis si lo haces. Mejor bebe Evian”.

Demasiado para algunos.

El video de aquel concierto, grabado hace más de un año en Emiratos Árabes Unidos, se viralizó a mediados de noviembre en todo el país y fue considerado por miembros del régimen y del propio sindicato de artistas como ofensivo contra el país y sus intereses. El próximo 23 de diciembre Sherine deberá presentarse ante un tribunal acusada de “difundir deliberadamente noticias falsas” que pueden “perturbar la seguridad pública, propagar el pánico o dañar el interés público”.

La cruzada moral que abandera el régimen egipcio empieza a resultar asfixiante.