"Estaba durmiendo rodeado de orina. Lo desperté, se puso violentó y me tiró una silla".
El auge de los movimientos #MeToo y #TimesUp ha revivido acusaciones de abuso sexual y agresiones relacionadas con nombres de la industria cinematográfica que habían quedado en el olvido durante años. Tras la denuncia de Dylan Farrow a su padre adoptivo, Woody Allen, y de cinco mujeres – entre ellas cuatro exalumnas- a James Franco, el siguiente en volver a estar en el punto de mira es Michael Fassbender.
En marzo de 2010, su exnovia Sunawin “Leasi” Andrews lo acusó de malos tratos y presentó una orden de alejamiento contra el actor irlandés. La prensa dudó de la veracidad de su testimonio y, en lugar de investigar la denuncia contra Fassbender, prefirió sacar a relucir el pasado amoroso de la actriz y modelo.
Los hechos que denuncia tuvieron lugar en 2009, año en el que actor irrumpió con fuerza en Hollywood con su papel en Malditos Bastardos de Quentin Tarantino. Sin embargo, no sería hasta un año después cuando encontraría la fama gracias a Shame y X-Men: Primera Generación.
Ahora, el portal Daily Beast ha obtenido acceso a la petición que Andrews registró en los juzgados. En el documento, solicitó que el intérprete de 12 años de esclavitud permaneciera a 91 metros (100 yardas) de ella y de sus dos hijos de por aquel entonces 18 y 3 años. Además, pidió ayuda para pagar los honorarios a los abogados, 24.000 dólares (19.000 euros) para hacer frente a las facturas médicas e instaba a que Fassbender se inscribiera en un programa de 52 semanas de intervención contra agresores.
En el texto, Andrews se refirió a un hecho que tuvo lugar a finales de noviembre de 2009. La pareja se encontraba cenando en un restaurante, cuando un exnovio de Andrews se acercó para saludar. Según explica ella, Fassbender se puso celoso y se dirigió al coche para volver a casa.
El actor se puso a conducir muy rápido mientras gritaba a Andrews. Finalmente, la modelo pudo detener el vehículo y salió del coche para quitar la llave. Sin embargo, Fassbender decidió entonces arrancar de golpe y arrastró a su novia por los suelos.
“Cuando fui al hospital, tenía el tobillo izquierdo torcido, un vendaje en la rodilla izquierda y un quisto en el ovario me había estallado. Tenía una hemorragia interna”, cuenta Andrews.
La supuesta víctima narra alude a otro hecho que tuvo lugar en un festival de cine en julio de 2009. Andrews se fue pronto a dormir, mientras que Fassbender se quedó de fiesta. “Entró a la habitación con un amigo a las 5 de la mañana borrachos y los dos intentaron acostarse conmigo”, explica Andrews que optó por dormir en otra habitación.
Cuando volvió al dormitorio, se encontró al irlandés “durmiendo y rodeado de orina”. “Lo desperté, se puso violentó y me tiró una silla con la que me rompió la nariz”, especifica Andrews.
Fassbender nunca ha hecho ningún comentario al respecto. Y tampoco lo hará ahora Andrews. “Ya tenéis los papeles. ¿Qué más queda por decir?”, respondió la modelo después de que Daily Beast le preguntara si quería hacer algún comentario más.
Tal y como ocurrió con Woody Allen o James Franco, esta denuncia quedó olvidada y relegada a las sombras. Durante años la prensa y Hollywood han obviado las acusaciones de Andrews. Sin embargo, casi una década después eso podría cambiar. Al contrario que Franco, Fassbender decidió no acudir a la última gala de los Globo de Oro, cuyas protagonistas fueron el movimiento Time’s Up y todas las mujeres que denuncian los abusos que sufren a diario en los diferentes ámbitos de su vida.