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“La venganza es un plato que se sirve frío”. Esta construcción popular, en forma de cita, es la sentencia con la que se abre Kill Bill Vol. 1. ¿Con qué particularidad? La frase viene firmada como “viejo proverbio klingon”, es decir: se atribuye su autoría a una de las razas ficticias que pueblan el universo Star Trek.
Sí: Quentin Tarantino no solo es un freakie, sino también un orgulloso trekkie.
Kill Bill Vol. 1 llegaba a los cines en 2003, cuando todavía quedaban años para que J.J. Abrams revitalizase Star Trek en la película homónima de 2009. Hoy, con Star Trek convertida en la franquicia cinematográfica de primer nivel que nunca consiguió ser en los setenta y ochenta, la pregunta es obligada: ¿No querría un fan como Tarantino aportar su grano de arena a dicha saga?
Claro que querría.
Abordado por TMZ, el director de Pulp Fiction declaró que estaría dispuesto a tener una reunión con Paramount para tantear una eventual película de Star Trek dirigida por él.
Tirando de hemeroteca, localizamos que en 2015, entrevistado por el podcast Nerdist, el director ya fantaseaba cómo sería su versión ideal de Star Trek. “Los episodios de la serie original eran fantásticos, y lo único que los limitaba era su presupuesto años 60 y su agenda de rodaje de ocho días. Tan solo cogiendo uno de esos episodios y dándoles una duración de hora y media, la película resultante ya sería increíble”.
De entre los capítulos favoritos de Tarantino, aquéllos que le gustaría adaptar, están La Ciudad al Fin de la Eternidad, donde los personajes se trasladan a la Nueva York de 1930, o El Enterprise del Ayer, episodio perteneciente a la serie de los noventa Star Trek: La Nueva Generación.
Que Tarantino valore la Star Trek televisiva por encima de cualquier otra deja algo claro: si la reunión a la que el director se presta se hace realidad algún día, la Star Trek que Tarantino ponga sobre la mesa tendrá como condición innegociable largas escenas de diálogo –oro y diamantes, teniendo en cuenta que hablamos del guionista de Los Ochos Odiosos o Malditos Bastardos.
¿Condiciones postcontractuales? Las de siempre: sangre, celuloide de 70mm y palabrotas. Probablemente, en klingon.