PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo David Bowie, la estrella queer que nos allanó el camino Culture

Culture

David Bowie, la estrella queer que nos allanó el camino

H

 

El artista británico dijo una vez que “si algo funciona es porque está caducado” y, sin embargo, el hombre que cayó a la Tierra sigue vivo en la calle, en la música, en el cine y en la moda

Rubén Serrano

10 Enero 2019 16:46

Hoy se cumplen tres años desde que David Bowie nos dejó. Su muerte me pilló en Londres haciendo mis prácticas en la agencia EFE y, en cuestión de horas, el mural con su rostro que preside una de las paredes del barrio de Brixton donde nació se había inundado de flores, velas y cartas. Reconozco con no poca vergüenza que aquel 10 de enero de 2016 apenas conocía el legado que nos estaba dejando, aunque era consciente del impacto universal del artista británico. Pero fue ese día cuando empecé a descubrirlo de verdad.

“No sé a dónde voy, pero prometo que no será aburrido”, nos avisó una vez. Y esa fue la verdad más honesta que nos dijo. Bowie era un extraterrestre para muchos. Como anunciaba su famosa película, era el hombre que cayó a la Tierra; un hombre que vino para redefinir el pop, el rock y la moda, pero también para difuminar las líneas de la expresión de género.

David Robert Jones no entendió jamás de patrones ni de esquemas estáticos. Con más de 25 álbumes de estudio publicados y 50 años de carrera, es uno de los iconos más influyentes del siglo XX. Amaba a Andy Warhol, le fascinaba Tintoretto y en su tiempo libre se dedicaba a dibujar, pintar y esculpir. “Odio mi voz cuando canto pero alguien tiene que hacerlo. Ojalá pudiera encontrar a alguien que cantara mis canciones en mi lugar”, dijo en una entrevista que recoge el documental The man who changed the world (2016).

ziggyBowie caracterizado como Ziggy Stardust, uno de los personajes que creó.

Menos mal que nunca encontró a ese alguien porque, de lo contrario, no habría despegado en 1969 con el tema Space Odditty, que la BBC utilizó para narrar la llegada del hombre a la Luna; ni habría alcanzado el reconocimiento mundial en 1972 con su quinto álbum The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars , ni se habría dejado seducir a finales de los 70 por los ritmos electrónicos de Berlín mientras vivía en la capital alemana con Iggy Pop; tampoco se habría pasado al pop en los 80 con hits como Let’s dance, ni habría terminado en una etapa más introspectiva con su última compilación, Blackstar, publicada dos días antes de su adiós y que fue el anuncio prematuro de su muerte.

Pero ni su importancia ni su magnetismo se ciñen simplemente a su sonido. De Bowie nos sigue encandilando su imagen hasta tal punto que sigue y seguirá siendo estampada en camisetas hasta el fin de los tiempos. El británico tenía una pupila más dilatada que otra porque su amigo, el artista George Underwood, le dio un puñetazo en el 62 por una trifulca amorosa con una chica. Al final ese inquietante rasgo sumó para fomentar el enigma y la excentricidad que siempre ha rodeado su figura.

Pelo teñido, colores vistosos, estampados alucinógenos, una estética de ciencia ficción y la androginia son epítetos al lado de las palabras David Bowie. Sin embargo, sus amigos y sus mánagers dicen de él que era un ser reservado (“soy una persona tranquila”, asegura él mismo en el documental) y, en cierta forma, utilizó los alter ego que construía para hacer lo que más le gustaba: interpretar personajes e historias. Así, Ziggy Stardust, Aladdin Sanel, The Thin White Duke y Major Tom, cuyos looks emulaban los fans en sus conciertos, han pasado a los anales de la cultura pop y de las firmas de moda. Basta con googlear ‘glamrock’ para entenderlo todo.

the thin white dukeThe Thin White Duke, el alter ego que Bowie adoptó en 1976 tras la publicación del álbum 'Station to station'.

En los represivos años 70 y 80 donde la homosexualidad era un tabú en la esfera pública y estaba relegada a la sombra social, Bowie se convirtió en un referente queer, en un espejo en el que mirarnos y casi en una salvación. Su estética camp ("marica", en inglés), basada en maquillaje, monos ceñidos, tonos chillones, vestidos y movimientos que hoy feamente seguimos señalando como “amanerados”, desafiaba los cánones de masculinidad y le plantaba cara a las normas de género. El londinense pasaba de etiquetas, presumía orgulloso de su disidencia y nos miraba a la cara para decirnos que ser como somos está bien.

Tienen unas cuantas décadas, pero si leemos letras como “tienes a tu madre de los nervios / porque no sabe si eres un chico o una chica” (Rebel, rebel; 1974) o “¿no quieres ser libre? / ¿te gustan los chicos o las chicas? / son días confusos” (Hallo Spaceboy; 1995) todavía las celebraríamos como una victoria. Bowie le está hablando de nosotros a todo el mundo. El célebre británico, que ascendió tan alto como Elvis Presley o The Beatles, nunca abanderó abiertamente los derechos LGTB+ pero, con todo lo que estaba creando, no era ni necesario. Aunque nunca tuviera un discurso activista duro, el impacto sociocultural que causó su figura abrió la veda y nos allanó el camino.

Se casó con dos mujeres, pero durante su vida siempre pregonó a favor de la libertad identitaria. No obstante, los dimes y diretes sobre su sexualidad han sido el plato favorito de muchas publicaciones. En 1972, David Bowie afirmó que era homosexual en una entrevista a Michael Watts en el Melody Maker: “soy gay y siempre lo he sido”. Cuatro años después en una entrevista con Playboy dijo que era bisexual. “Es cierto, soy bisexual. A los 14 años el sexo se convirtió de repente en algo importante para mí. Así que hubo algún chico guapo en clase que me llevé a casa y con el que follé en mi habitación”, explicó. En 1983, en el artículo titulado “Straight time” de la revista Rolling Stone dejó claro que “el error más grande que he cometido era decir que era bisexual. Por Dios, era joven, estaba experimentando”.

Blackstar-1-900x442Bowie durante 'Blackstar', la última etapa de su carrera.

Radiohead, Joy Divison, Duran Duran, Kiss, Boy George, Florence and the Machine, The Cure, Love of Lesbian, Bunbury, Tove Lo, Keane, Craig David, Arcade Fire, La Roux, Lana Del Rey o Lady Gaga (“toda mi carrera es un tributo a Bowie”) son algunos de los nombres que han estado influenciados por la estela del británico. Sus canciones aparecen en películas como Seven, Las ventajas de ser un marginado (Emma Watson, un coche, una autopista y Heroes de fondo), Dogville o Destino de caballero y también en series de televisión (impagable el tributo que hace Jessica Lange de Life on Mars en American Horror Story).

Quizá hace tres años apenas lo conocía, pero hoy pagaría oro por haberlo descubierto antes y poder verlo actuar en directo. David Bowie dijo una vez que “si algo funciona es porque está caducado”. Sin embargo, el hombre que cayó a la Tierra sigue vivo en la calle, en la música, en el cine y en la moda, es decir, en la eternidad.

share