Hablamos con la artista Montserrat Soto sobre cómo la censura ha ido mutando desde la Edad Media hasta la actualidad
Imprimatur significa ‘imprímase’ en latín. Era la expresión empleada por el Tribunal de la Santa Inquisición para aprobar la publicación de un texto. Ahora, y hasta el 5 de agosto, será título y paraguas de la nueva exposición de Montserrat Soto, una reflexión sobre cómo el arte, de la Edad Media a la Ilustración, fetichizó los libros a la vez que los invisibilizaba.
“Hay cientos, miles de obras de arte en las que aparece el libro como iconografía recurrente, pero rara vez puedes distinguir cuál es el título que aparece representado”, me cuenta la artista. “Suelen aparecer velados, girados, sin nombre, sólo distinguibles si se trata de ejemplares de la Vulgata, la Biblia hebrea”.
Esta serie dentro de la exposición, Dato primitivo 5. Pinacoteca, la recorre entera, proponiendo un paseo mirando al pasado para cuestionar todo lo que vemos en nuestro presente.
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
Más allá de Dato primitivo 5. Pinacoteca, Imprimatur también trata cómo censura y autocensura han permeado a lo largo de los siglos, cambiando de formas y censores. “Hablar de la censura y la autocensura en el mundo de arte es muy difícil, porque es hablar de aquello que no está, de aquello que falta”, señala Soto, cuya exposición incluye fotografías y recortes dónde se superponen titiriteros, Vladimir Putin, La Insurgencia, las manifestaciones en defensa de un Albert Boadella exiliado a finales de los setenta.
“Ahora está habiendo mucha regresión, y más desde la implantación de Internet, dónde sólo puedes practicar la libre-expresión en la deep web”, opina la creadora. “Muchas veces olvidamos que Internet es un espacio público en el que se nos imponen restricciones expresivas mediante formularios de condiciones de uso. Las redes sociales son latifundios con terrateniente, no espacios de libertad. Tú en Facebook no eres el cliente; el cliente son las empresas que se anuncian allí”.
“Tú eres el producto”.
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
©Montserrat Soto. VEGAP Madrid, 2018
A través de fotografías, muros infográficos, esculturas y videoinstalaciones, Imprimatur traza líneas paralelas entre las acusaciones de heretismo que pesaron sobre Galileo, los encontronazos entre Goya y la Iglesia, y la supresión de desnudos en determinados compartimentos estancos de Internet. “Internet tiene, no tanto el poder que antes tenía la Iglesia, sino el que proporcionó la imprenta de Gutemberg, permitiendo controlar firma, datos de editor e impresor”, señala Montserrat, de un cambio de paradigma que precedió a la persecución de ideas.
Enmarcado en PhotoEspaña 2018 y desplegado en la madrileña Sala Alcalá 31, Imprimatur es una exposición comisariada por Alicia Murria. “La artista”, sostiene Murria sobre el trabajo de Soto, “introduce diferentes ‘mensajes’ a modo de llamadas de atención, desde la compartimentación de los espacios en la exposición a través de las frases ‘lo que ves, lo que no quieres ver y lo que no quieren que veas’, a una serie de elementos que, en su formalización aluden a la señalética que encontramos en las calles y carreteras, donde se enuncian derroteros adoptados por el poder establecido –antes y ahora– y opciones que invitan a optar por nuevas travesías”.