Robert Redford se retira pero será mi amor platónico para siempre

Como mujer relativamente joven eternamente enamorada de personas que actualmente residen en un nicho o en una residencia de ancianos para actores de Hollywood retirados, tengo que esperar pacientemente a que alguno de mis amores platónicos estire la pata o desvele una gran exclusiva para poder hablar sobre ellos.

Cuando vi que Robert Redford era tendencia en Twitter casi me da un perrenque, “Ya está, ya se ha muerto”, pensé. Imaginad el disgusto: Redford es el único que queda con vida de lo que yo llamo “el Tridente de los Guapos” (formado por Paul Newman, Marlon Brando y el susodicho), que para mí es el top de señores atractivos de la historia de la humanidad (Bueno, también está Cary Grant, pero el Tridente de los Guapos lo establecí cuando tenía 15 años, y luego me sabía mal cambiarle el nombre por incluir a un cuarto).

Total, a lo que iba, que pensaba que Redford había estirado la pata y yo muy afligida y muy dramitas, pero no, solo era que el hombre dejaba la actuación. “Bueno, normal, 60 años lleva dando el callo, se merece un descanso ya el pobre”, pensé”, que tiene 81 años ya el buen hombre. Y como cada vez que quiero hablar de personas antiguas mis jefes me dicen que deje de proponer temas viejunos y AL FIN tengo excusa, aquí va una lista de motivos por los que amar a Robert Redford si es que no lo amas ya.

1) Robert Redford siempre ha tenido la capacidad de que TODO lo que se ponga le quede bien. Incluso la ropa de mierda.

Ropa de cowboy.

Pantalones violentamente sobaqueros.

El arriesgado y visualmente hiriente full denim.

A Redford todo le calza bien.

2) Robert Redford de traje debería ser patrimonio de la humanidad y probablemente de alguna otra civilización alienígena que conozca de su existencia.

Si con looks que en el resto de la población mundial son ofensivos a la vista Redford estaba bello.

3) Robert Redford era un guaperas de la gran pantalla, pero tenía las mismas inseguridades que tú y que yo.

A lo mejor por eso Robert Redford tiene ese punto en el que, siendo una mega estrella — al menos yo tengo esa sensación — no resulta tan distante. Redford ha estado siempre en el podium de los guapos, pero él no se sentía así. En unas declaraciones el actor dijo, “Cuando era un niño nadie me dijo que era guapo. Ojalá lo hubieran hecho. Hubiese sido más fácil”.

Creo que a todos nos estalla la cabeza saber que, alguien a quien consideramos incuestionablemente atractivo, tiene las mismas inseguridades que nosotros. Según explicó en una entrevista a La Vanguardia en 2011, para él la belleza ha sido un arma de doble filo.

“Yo nunca me consideré guapo, no me veía así, y de repente, cuando me meto en el cine, empiezo a oír hablar sobre mi aspecto y, hacia finales de los 70, me doy cuenta de que importaba más mi apariencia que mi trabajo como actor. Eso fue un poco deprimente, pero no podía hacer demasiado: estaba un poco atado y quizás por eso también me gustaban tanto las películas independientes”.

4) Paul Newman y él tuvieron el primer bromance de la historia del cine.

Desde que se conocieron en 1968 rodando Dos hombres y un destino...

… hasta que Newman murió en 2008, estos dos fueron mejores amigos.

40 años de amistad que empezó desde el día uno, como un flechazo.

Los hijos de Newman llamaban a Redford el “tío Bobby”. Él siempre dijo que le debía muchísimo de lo que había conseguido en su carrera a su amigo Paul. Eso sí, con el troleo necesario que hay en todas las amistades que valen la pena, “Cuenta los peores chistes del mundo, y eso estaría bien si no los repitiera una y otra y otra vez”, dijo Redford sobre Newman.

Newman y Redford tenían ese “ser estrella sin serlo” que tan bien definió el autor de la Paul Newman: una vida, Shawn Levy. “La gente les admira a los dos por no ser ‘tipos de Hollywood”. Paul vivía en Connecticut. Robert pasa la mayoría de su tiempo entre Utah y Nuevo Méjico. Ambos pasaban bastante del rollito del famoseo, por eso probablemente se entendieron tan bien desde el principio. “Siempre han sido más que estrellas de cine”, dijo Levy.

En las relaciones, también en las de amistad, es imprescindible sentir admiración por la otra persona, no solo por lo que hace, por la persona que es, y por lo que Redford dijo al enterarse de la muerte de su amigo a los 83 años no hay ninguna duda de que ellos dos se sentían así:

“Hay un punto en el que los sentimientos superan a las palabras. He perdido a un amigo de verdad. Mi vida, y este país, es mejor gracias a que él estuvo aquí”. Mira, no estoy llorando por no montar un número en la oficina, pero eso no es lo más bonito que un amigo puede decir de ti cuando te vas para siempre, ya ya no sé.

Según explicó una fuente cercana a Closer, Redford se quedó “devastado” con la muerte de su amigo. Desde el día uno estuvo muy pendiente de cuidar de su mujer, Joanne (que murió de alzheimer) y sus hijos, con los que todavía guarda una estrecha relación.

5) Y juntos protagonizaron El Golpe, una de las mejores películas del mundo mundial.

La peli es maravillosa, y ver la complicidad que ellos dos tienen interpretando mejor dúo de estafadores de la historia del cine, sabiendo de su amistad fuera de la pantalla, la hace todavía mejor.

Si no la has visto, ya estás tardando.

6) La existencia de Robert Redford desmonta la teoría de que no hay pelirrojos viejos.

Este un apunte bastante random, pero existe por ahí una teoría de que no existen pelirrojos viejos en el mundo. Que el pelirrojismo, bien por fallecimiento, alopecia o canas no puede existir en la tercera edad. Pues bien, ahí está Redford con su SEÑOR PELAZO a los 81 años para cargarse el mito.

7) Tiene muy claras las prioridades en la vida

En una entrevista Redford enumeró las cualidades más importantes para que le guste una persona, y su criterio es bastante top: “Humor. Experiencia. Ingenio. Atractivo. En ese orden”.

"Humor. Skill. Wit. Sex appeal. That order." ~Robert Redford pic.twitter.com/PYXic9we2u

— Robert Redford Daily (@BobRedfordDaily) 6 de junio de 2017

Que alguien tenga claro que el sentido del humor es lo primero a mí, personalmente, ya me gana. Y siempre respetó y valoró muchísimo todo lo que su madre hizo por él: “Le debo todo a mi madre por abrirme a tener ganas de experimentar”.

La gente que quiere y cuida a sus madres nos cae bien.

8) Y en cuanto a las mujeres, Redford siempre ha estado lejos de ser un superficial

En una entrevista dejó claro que a él la belleza de copy paste y la frivolidad hollywoodiense nunca le han llamado la atención.

Con su esposa Sibylle Szaggars.

“Para mí, la atracción está más dentro que fuera. Aunque no reniego de la belleza exterior, la belleza es algo distinto de lo que veo en revistas”.

9) En su primera película como director se llevó 2 Oscars

Además de un gran actor, ha sido un gran director. Su primera película Gente Ordinaria, de 1980, se llevó el Oscar a Mejor Película y Mejor Director, que ahí es nada.

10) Es el fundador del festival de cine independiente de Sundance

Aunque el actor y director haya protagonizado clásicos del cine mainstream, siempre ha estado muy implicado con el cine independiente. Tanto, que es el fundador del que probablemente sea el festival de cine independiente con más renombre del mundo.

10) Tiene la mejor actitud ante la vejez que vas a escuchar en la vida

Envejecer puede ser duro, sobre todo siendo actor, pero él ha entendido cómo asumir ese proceso. Cuando eres una estrella como ha sido él, cuando todo el mundo tiene en su mente una imagen mental de tus años de juventud, los achaques y enfrentarse al paso del tiempo frente al espejo deben de ser algo complicado de llevar si no tienes el mood apropiado. Pero él lo tiene claro:

“Bueno, tengo una regla básica: simplemente, sigue moviéndote. Físicamente, emocionalmente. Sigue probando nuevas cosas, sigue creciendo, arriesgándote. El aspecto que tenga no es mi problema. No puedo hacer nada para evitarlo y lo que no quiero es someterme a muchas operaciones y ese tipo de cosas. No creo en eso, creo en dejarte ser como eres”.

Robert, da igual que seas ya más viejo que el fuego, siempre serás mi crush.