El presidente creyó que Lynch le estaba alabando, pero no era exactamente así...
“Trump puede pasar a la Historia como uno de los más grandes presidentes”, dijo David Lynch para un perfil que le dedicaron en The Guardian.
La frase, sin embargo, no terminaba ahí: “... los más grandes presidentes, porque lo ha puesto todo patas arriba. No hay vida inteligente capaz de entender a este tío”.
Para el creador de Twin Peaks, Trump no lo estaba haciendo bien, pero evidenciaba problemas endémicos que antes permanecían ocultos: “Lo que nosotros llamamos líderes son incapaces de sacar el país adelante, no pueden hacer nada a derechas. Como si fueran niños, que es lo que son. Trump ha puesto todo eso sobre la mesa”.
La cita fue debidamente editada y tergiversada en Breitbart, un medio de la alt-right afín a Donald Trump. El artículo, cuyo titular destacaba “Trump puede pasar a la Historia como uno de los más grandes presidentes”, obviando matiz alguno, fue compartido por el propio Presidente de los Estados Unidos.
La lynchappropiation no se detuvo ahí: en una comparecencia del POTUS en Carolina del Norte, Trump dijo que la carrera del director en Hollywood estaba “acabada”, dando por supuesto que la industria de cine, mayoritariamente demócrata, iba a entender las palabras de Lynch como un apoyo explícito al gobierno del republicano.
Viendo la dimensión que estaban tomando sus palabras, Lynch decidió publicar una carta abierta dirigiéndose al Presidente: “Me gustaría que pudiéramos sentarnos un día y charlar”, escribió el director. “Mis palabras han viajado de aquí para allá, siendo sacadas de contexto, y siento que debo dar una explicación”.
“Desafortunadamente”, le dice a Trump, “la verdad es que si continúas como hasta ahora no tendrás oportunidad alguna de pasar a la Historia como un gran presidente. Perder esa oportunidad sería penoso para ti y para el país”, continúa el autor de Terciopelo Azul. “Estás causando sufrimiento y división”.
“Todavía no es tarde para girar el timón”, termina Lynch, con un brío de esperanza. “Dirige nuestro barco hacia un futuro brillante para todos. Puedes volver a unir el país. Tu alma volverá a cantar. Bajo el manto de un liderazgo amoroso, nadie pierde y todos ganan. Es algo en lo que, de corazón, me gustaría que pensases”, dice, el también gurú de la meditación trascendental.
“Lo único que tienes que hacer es tratar a la gente”, termina Lynch, “como te gustaría que te tratasen a ti”.