Por qué ni un solo invitado asistió al cóctel organizado por el genial profesor: "Qué lástima. Nadie ha cruzado la puerta"
Había globos en las paredes. Muchos globos y confeti multicolor. Todo estaba listo y al agrado del anfitrión. Champán francés en la cubitera. Canapés de alta cocina servidos en la mesa. Un gran cartel de bienvenida con letras en mayúsculas. Y ni un solo invitado.
Así fue el cóctel más famoso organizado por Stephen Hawking en junio de 2009. ¿Por qué el físico más importante de todos los tiempos organizaba este evento gastronómico? ¿Y por qué los invitados lo dejaron plantado vestido con sus mejores galas? Quizás sea necesario no pasar por alto un pequeño detalle sin importancia: las invitaciones se enviaron al acabar el acto porque Stephen Hawking quería demostrar que los viajes del futuro al pasado eran posibles. Es decir, sólo los invitados que venían del futuro podían saber que ese cóctel se iba a celebrar.
La invitación al cóctel
“Estás cordialmente invitado a la recepción de los viajeros del tiempo organizada por el profesor Stephen Hawking. Se llevará a cabo en la Universidad de Cambridge. No se necesita reserva”, rezaba la invitación.
El día y la hora señalada el profesor lo tenía todo listo. "Bienvenidos viajeros del tiempo” era la pancarta que ocupaba el espacio central. Cinco, cuatro , tres, dos, uno,... Cuando el reloj de cuerda tocó las señales horarias de las cinco de la tarde, Stepeh Hawking clavó su mirada en el hall de su casa, pero nadie apareció: "Qué lástima. Esperaba que un futuro Míster Universo cruzara la puerta"., dijo con tono humorístico cuando repasaba el experimento en este video.
La posibilidad de viajar en el tiempo ocupó gran parte de las teorías del genial científico que falleció esta semana a los 76 años. Stephen Hawking pensaba que nadie podría resistirse a un cóctel con buen champán y una amena charla científica.
El propio Hawking habló sobre los peligros del viaje en el tiempo. En una entrevista en Ars Technica en 2012, dijo que la teoría de la relatividad de Einstein sentó las bases para la posibilidad del viaje en el tiempo. Pero deformar el espacio y el tiempo podría "desencadenar un rayo de radiación que destruiría la nave espacial y tal vez el espacio-tiempo en sí". Eso podría ser suficiente para mantener alejados a posibles voluntarios.
Por cierto, si lees desde el futuro estas coordenadas:
52° 12’ 21” N, 0° 7’ 4.7”
Por favor, no esperes más al genial profesor. Ya ha salido de viaje. Para saber su paradero sólo hace falta leer una de sus frases más célebres que aparece fijada en el Twitter oficial de la Universidad de Cambridge: "Mira a las estrellas y no a tus pies".