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Nacidos en el siglo XXI: cuando la poesía es activismo político

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Duval/ Limbu/ Gorman/ Singh/ González
 

Son poetas, son activistas, algunos tienen miles de seguidores en sus redes sociales y ninguno supera la veintena: 10 escritores adolescentes que quieren cambiar las reglas

Luna Miguel

26 Marzo 2018 20:24

Hoy, lunes 26 de marzo de 2018, algunas de las grandes cabeceras internacionales se hacen eco de las marchas de adolescentes que el fin de semana llenaron las calles de Estados Unidos. Cientos de miles de jóvenes se manifestaron por todo el país bajo el lema de #March4OurLives como muestra de su hartazgo y de su miedo ante la creciente violencia armada en las aulas de todos los estados.

Mientras medios políticos de Europa como Libération entrevistaban hoy a ciertos manifestantes y los englobaban en la llamada “Géneration Parkland” —en referencia al nombre de la escuela de Florida donde se vivió la más reciente y terrorífica matanza juvenil—, en Estados Unidos uno de los medios que más ha hecho visible la lucha del #March4OurLives ha sido Teen Vogue. Recientemente, la revista de cultura, feminismo y política para adolescentes ha publicado varios reportajes, vídeos y columnas de opinión con los que se está dando voz a toda una generación de activistas contra las armas nacidos a finales de los 90 y principios de los 2000.

A la cabeza de esta ola de activistas adolescentes se encuentra Emma González, quien el pasado domingo pronunció en Washington un sentido y poderoso discurso que ha dado la vuelta al mundo y que la ha convertido en un referente para toda una generación. González, de origen latino y con un fuerte discurso feminista y antirracista, cuenta con casi dos millones de seguidores en redes sociales. El hecho de haberse vuelto un icono para tantos en los últimos meses también le ha llevado a ser víctima de burlas en ciertos foros de extrema derecha. Pero su respuesta a todas esas cosas es más voz, más combate y mucha más entereza. En los distintos perfiles que se han publicado sobre ella, muchos destacan que, a pesar de su juventud, su figura será importante para la izquierda en Estados Unidos. Nacida al borde del siglo XXI, González también se reconoce amante de la escritura creativa y la literatura, algo que no resulta extraño adivinar cuando escuchamos sus palabras en voz alta, cuando sentimos cómo retumban, cuando notamos cómo es capaz de usar sus silencios, y cómo se involucra a la hora mandar mensajes alentadores a los suyos.

Luchar por nuestra vida, escribir por la de los demás

“Lucha por tu vida antes de que sea el trabajo de otra persona”, dijo Emma González el pasado domingo sobre el escenario de la multitudinaria marcha de Washington. Y quizá esa sea la también máxima que nos sirva para entender los motivos, las esperanzas y las aspiraciones de un buen número de activistas y poetas jovencísimos que empiezan poco a poco a darse a conocer en todo el mundo.

Activistas y poetas, sí. Así es como se definen. Así lo hacen y lo reivindican estos autores que apenas ha cumplido la veintena. Escritores que en algunos casos prefieren los micrófonos y las competiciones de Slam, y en otros la difusión a través de YouTube, Instagram o Tumblr de sus ideas y versos. A todos ellos les une el hecho de haber nacido prácticamente en la década de los 2000, pero sobre todo esa capacidad para convertir la palabra en un gesto, en un acto y en una guerra por sus derechos o para defender sus ideas. Como González, muchos de ellos son las primeras voces de una generación que ha nacido ya harta; de una literatura que no está dispuesta a cerrar los ojos ante las desigualdades del mundo; y de una sociedad que ya no se niega a escuchar al que hasta ahora se nos había presentado como “diferente”, “extranjero”, “extraño”.

Son poetas y activistas que desde adolescentes han decidido luchar por su poesía antes de que otra persona lo escriba por ellos. Y aunque la red está llena de voces fascinantes, desde PlayGround hemos querido seleccionar a 10 autores menores de 20 años que, menos mal, están cambiando las reglas:

Simar Singh (India, 2000)

A los 16 años Singh se hizo conocido con un poema sobre la construcción de la masculinidad —ya lleva más de 456.700 visualizaciones— que había recitado sobre un escenario y subido al proyecto de YouTube que gestiona junto a otros amigos: UnErase Poetry. La plataforma de este joven de Bombay ha dado pie a que muchos otros jóvenes escritores de su ciudad empezaran a debatir ciertas injusticias en público, y a través del Slam han puesto sobre la mesa debates sobre feminismo o visibilidad LGTBI. Dos temas, por cierto, muy condenados y perseguidos en la India. A pesar de eso, Simar Singh ha conseguido crear una comunidad de 353.000 usuarios de todo el mundo, así como dar voz a una generación que necesitaba combatir esa censura. El suyo ya no es sólo un proyecto literario, sino también político y generacional.

Elizabeth Duval (España, 2000)

Hace alrededor de un año el suplemento Tentaciones seleccionó a Elizabeth Duval como representante de una nueva generación de jóvenes españoles que venían a derribar todos los cánones. Con 17 años, Duval apareció en la portada de ese reportaje titulado “El futuro es trans” y desde entonces su carrera ha sido imparable. Desde sus redes sociales, ejerce la crítica cultural y comparte escenas de su intimidad. Como escritora, es autora de un puñado de poemas que abordan, en sus propias palabras “la herida del género en cada cuerpo, las imposibilidades, la resignación y la valentía de imaginar un mundo nuevo en medio de las ruinas”. Este 2018, parte de su obra narrativa se ha recogido en la antología Cuadernos de Medusa (Amor de Madre).

Jimena González (México, 2000)

Hace poco, una televisión mexicana llamó a Jimena González para entrevistarla. Cuando contó que su padre le recriminaba no escribir poemas de amor, ella dijo que “el amor tiene muchas manifestaciones” y que “no necesariamente tienen que mostrar el amor romántico o el amor de pareja”. Para González esa muestra de amor puede estar perfectamente en su manera de retratar lo femenino. En su manera de homenajear a las mujeres de su familia. En su manera de repudiar la violencia machista que impregna su entorno y a su sociedad, porque amor también es amarse a una misma. Jimena González escribe con dureza y con belleza. Y eso le ha llevado a convertirse en una de las autoras más jóvenes de México en publicar un librito de poemas —una plaquette, precisa ella siempre— y en enganchar a una pequeña comunidad de lectores a los que emociona con sus diversas luchas y representaciones.

Mukahang Limbu (Nepal, 2001)

Imagen: Oxford Mail

“De Nepal a Oxford”, decía un titular. “Aspirante a escritor”, decía otro. “El pupilo ha ganado un premio”, se leía también por ahí. Pero no. Mukahang Limbu no es aspirante o pupilo, sino poeta. No es un pobre migrante, sino un autor muy consciente de sus orígenes y de su relación con ellos a través de esa literatura que ha decidido crear. Seleccionado como uno de los ganadores del prestigioso ‘Foyle Young Poets of the Year Award’ en 2016 y miembro de la red de poetas jóvenes de Reino Unido, Limbu se considera a sí mismo heredero de dos tradiciones: la familiar, esa que le viene en la sangre, y también la del país que hoy le acoge y en el que ha hecho su nido literario. En una entrevista para la Oxford Writers House, Limbu menciona a Ocean Vuong como una de sus mayores influencias. Quizá por eso de haber aprendido a luchar contra el racismo institucional desde sus letras, o quizá porque ambos, aunque de generaciones distintas, empezaron a cosechar premios y reconocimientos desde una edad tan temprana.

Qui Qarre (Kenia, 1998)

“Soy humana, soy mujer, soy poeta”. Así se define Qui Qarre, aunque muchos prefieren decir de ella que es “la reina del Slam en Nairobi”. A los 18 años se convirtió en una de las escritoras más jóvenes de su país, al que sigue representando en diferentes competiciones poéticas. En una entrevista, de hecho, asegura que a una de esas competiciones, celebradas en Texas y a tantos kilómetros de su casa, asistió con sólo treinta dólares en el bolsillo, y que esa se convirtió en una de las experiencias más difíciles de su vida. Pero a la reina del Slam de Nairobi no la detiene nada. Ella sigue escribiendo, sigue creando, sigue compitiendo inspirada en la vida y en la política de Kenia, así como en la obra de otros escritores de su país cuyos nombres suenan muy fuerte pero a los que, estamos seguros, alcanzará.

Amanda Gorman (Estados Unidos, 1999)

Su inspiración, dice, es Malala. Pero en lo que ella quiere convertirse es en Presidenta de los Estados Unidos. Un sueño que a día de hoy podría aparentar demasiado grande para alguien nacido en 1999, de género femenino y de origen afroamericano. Pero no. Ella sabe que puede con todo. Como con todo lo pudo su poesía a los 18 años, cuando logró convertirla en la primera ciudadana estadounidense en ganar el reconocimiento de Young Poet Laureate de su país. Gorman vive en Los Ángeles, desde allí ha realizado múltiples entrevistas en los últimos meses y los medios la han llamado para hablar de política, raza y literatura. Cuando el New York Times la llamó en febrero para pedirle un poema “nuevo” sobre el Black History Month, ella escribió algo que nadie se esperaba, y que presentó así: “La gente me pide que diga algo ‘moderno’ sobre la raza. Sin presión. Sin embargo, a veces la experiencia de escuchar algo que no es nuevo puede ser más esclarecedora que escuchar algo nuevo: imaginad que la revelación se encuentre al reexaminar la poética de un pasado compartido. Así que decidí crear este poema enteramente a partir de medios de protesta textuales (eslóganes, panfletos, carteles, titulares) desde mediados hasta finales del siglo XX. Está inspirado en gran medida por los archivos digitales del Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana”.

Olmedo Guerra (Ecuador, 1998)

Acaba de publicar un libro titulado Antes del amor ya éramos sudacas y fue seleccionado por Yuliana Ortiz Ruano como una de las voces de Ecuador a las que debíamos mirar de cerca, no sólo por su juventud, ni por sus versos largos, llenos de referencias pop y a veces delirantes, sino también por el imaginario LGTBI que se muestra en ellos, por la lucha feminista de su voz, por su representación de una juventud libre y desacomplejada que además se alza en un país donde la libertad sexual aún es tabú. Olmedo escribe: “Asumirse marica a los 6 años / no / a los 16 / y herirse por el resto de los años”.

Aranya Johar (India, 1998)

Con casi 80.000 seguidores entre todas sus redes sociales, esta poeta de la India se hizo conocida con un potente poema sobre acoso sexual y violación. Fue, de hecho, uno de los primeros éxitos de la plataforma de UnErase Poetry, y desde entonces cada vídeo nuevo que publica se vuelve viral. Aranya Johar ya no aparece sólo en YouTube, también es una estrella en los teatros de Bombay y sus poemas sobre el racismo en la India o sobre los profundos cambios que está viviendo su cultura aparecen reseñados en la prensa internacional. La revista Rolling Stone llegó a seleccionarla en 2017 como una de las figuras más importantes del año por su tratamiento de la cultura, por su activismo y por su desbordante influencia para otras jóvenes de todo el mundo.

Nina Donovan (Estados Unidos, 1998)

La Women’s March de 2016 supuso uno de los empujones más importantes para que 2017 se coronara como “El Año del Feminismo”. En aquella multitudinaria e histórica manifestación, hubo un discurso que emocionó a los asistentes: el pronunciado por Ashley Judd. Poco tiempo después de las marchas, algunos se preguntaron quién estaba detrás de esas palabras tan poderosas, y muchas revistas de tendencias empezaron a señalar a la escritora de 18 años que las había creado: Nina Donovan. El poema que leyó Judd y que llevó a esta adolescente a salir en decenas de titulares alrededor del mundo fue ‘Nasty Woman’ (‘Mujer Desagradable’), un texto inspirado en las palabras que Donald Trump dedica a las mujeres y que Donovan asume como propias para luego echárselas en cara a su presidente.

Solli Raphael (Australia, 2005)

Parece sólo un niño. De hecho, lo es. Solli Raphael tiene hoy 13 años y el año pasado se convirtió en el poeta más joven del mundo en ganar una competición de Slam en Australia. Lo hizo con un poema como los que le gusta escribir: sobre naturaleza, contra el racismo, sobre el futuro, sobre la esperanza de pertenecer a una generación que tiene el poder y la información para cambiar las cosas… Parece sólo un niño. Lo es. Un niño poeta con las cosas muy claras. Lo dice en uno de los textos que podemos escucharle recitar en su canal y que representa con firmeza la actitud de la generación a la que pertenece: “soy el que cambia las reglas del juego”.

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