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Unga Unga Army: la horda antifeminista que quiere blanquear a la ultraderecha

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Imagen: Ellyot
 

Unga Unga Army: la horda antifeminista que quiere blanquear a la ultraderecha

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/OPINIÓN/ “Esta manada digital se organiza desde principios de junio alrededor del hashtag #UngaUngaArmy para atacar a las feministas en Twitter. Son trolls racistas, LGTBfóbicos, ultranacionalistas e islamófobos que disfrazan sus ideas con argumentos liberales: defender la igualdad de hombres y mujeres ante la ley”

Un nuevo ejército de trolls se está organizando en Twitter y "no estás solo, hermano" es su grito de guerra. Se trata de una manada digital que desde principios de junio se organiza alrededor del hashtag #UngaUngaArmy, cuyo objetivo prioritario es atacar el feminismo y a las feministas. Es un movimiento reaccionario compuesto principalmente por mujeres, que repite los pasos del Women Against Feminism de 2014, y que pretende canalizar el discurso neomachista que anima a los varones a defender sus derechos contra la discriminación de género.

El nombre del hashtag, "Unga Unga Army", es sintomático de la estrategia discursiva que persiguen estos usuarios. Quieren reapropiarse del menosprecio que sufren por sus ideas, presentándose así como víctimas del feminismo, y extendiendo esta condición a los hombres.

Como podemos leer en la cuenta de Twitter @jennicett, una de las primeras usuarias en lanzar la campaña, "el nombre viene de esas feministas que sólo sabían respondernos 'unga, unga', así que hicimos nuestra la palabra y creamos el hastag". Asimismo, @Alicia04Diaz, otra de las cuentas que ha ayudado a expandir el hashtag, utilizaba una retórica antidiscriminatoria para explicar la génesis del grupo: "un movimiento para las chicas olvidadas por el #metoo"; "somos disidentes con orgullo"; "desde el 8M me sentí muy aislada, pensé que estaba sola". Otro tópico recurrente es el de la épica del converso: "una vez fui feminista. Creía que eran las mismas que lucharon por el voto, pero me di cuenta que no. El 8M me hizo abrir los ojos".

Aunque de momento es un fenómeno exclusivamente español, ligado a ideas de extrema derecha (nacionalismo, LGTBfobia, racismo, islamofóbia), está empezando a tener repercusión en Latinoamérica. En los últimos días el número de tuits ha crecido exponencialmente y el hashtag ya se utiliza para difundir movilizaciones, como la del día 7 de julio para protestar contra Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, bajo el lema "Sal a la calle, defiende tus derechos".

Por su estructura podría compararse con los grupos "masculinistas" de 4chan o Forocoches, en tanto que funciona como un vivero ideológico para ultras: está ligado a páginas como 'Ser hombre no es delito. Desestigmatizando al hombre y promoviendo la igudaldad real' o el blog 'Contando Estrelas'; se hacen circular noticias de medios propagandísticos como Mediterráneo Digital, Alerta Digital, Actuall o Disidentia; y se promocionan organizaciones como APUIR (Asociación por una igualdad real), Custodia Compartida Ya, Movimiento Femenino Por La Igualdad Real, Plataforma Ciudadana Igualdad Real; y a un partido político: VOX. Además, como también pasa con Forocoches, se utiliza como medio para canalizar el acoso digital, como recientemente ha pasado con la artista Paula Bonet.

(Algunas de las imágenes que pueden enocntrarse en el hashtag)

Debemos entender este conglomerado ideológico como una de las adaptaciones digitales de la bestia machista que Patricia Reguero describió en El Salto. Por un lado, tratan de evitar la versión más beligerante y exhibicionista del machismo tradicional, y presentan su lucha como una reivindicación de justicia: tratan de llevar el "ni machismo ni feminismo" hasta el paroxismo, exigiendo una "igualdad real" que, a la práctica, consiste en una deconstrucción del carácter singular de la violencia de género. Por otro lado, reproducen la estrategia del machismo incel, y erigen su discurso de odio desde el victimismo, acusando al feminismo de ser un movimiento hegemónico y excluyente que no sólo está invisibilizando la violencia contra los hombres, sino que además está creando nuevas formas de violencia contra las mujeres.

El objetivo de este ejército informal es revertir el trabajo de visibilización y concienciación del feminismo, y para ello tratan de disputar su lenguaje: se mofan de conceptos como "patriarcado", "violencia de género" o "cultura de la violación". Para hacerlo recurren a los mecanismos más burdos —vídeos de mujeres pegando a hombres, noticias sobre denuncias falsas, artículos sobre misandria, mensajes racistas que culpabilizan a los inmigrantes de la violencia sexual—. Pero es interesante comprobar que muchos de los argumentos que utilizan para blanquear su discurso coinciden con el rechazo liberal al feminismo: lo tachan de ser un moralismo enfurecido que está pisoteando los derechos individuales de muchos hombres.

Pero basta con pasear unos minutos por el hashtag #UngaUngaArmy para comprobar que se trata de una estrategia de agitprop ultraderechista. La noticia de la "nueva manada" nos puede servir de ejemplo: primero, utilizan el caso para acosar a figuras como Barbijaputa o Leticia Dolera; segundo, acusan al feminismo de haber causado la aparición de imitadores, por haber dado demasiada celebridad al caso de La Manada; tercero, niegan que lo de La Manada fuera una violación, y enlazan noticias en las que se pone en cuestión la versión de la víctima; por último, utilizan el caso para lanzar un mensaje racista: la verdadera manada son los inmigrantes.

Es importante combatir desde el principio este discurso de odio, ya que tanto por retórica (sentido común, igualdad para todos), como por ideología (victimización de los hombres) se corre el riesgo de que llegue a impregnar un discurso mucho más mayoritario. En el hashtag ya se mezclan las menciones de artículos de Arturo Pérez-Reverte con las filtraciones de los vídeo de La Manada. Y no es desdeñable que las impulsoras del hashtag hayan señalado a figuras supuestamente humorísticas como @UnTioBlancoHetero.

El Unga Unga Army no es una simple anécdota: constituye una amenaza real. Nos enseña cómo el populismo de extrema derecha puede llegar a tomar cuerpo en discursos de sentido común. El cuestionamiento sistemático del feminismo —¿no estarán exagerando? ¿no nos estamos pasando? ¿no debería moderarse?— abre la puerta a esta reacción mucho más brutal, que se acaba convirtiendo en una forma de acoso digital contra todas aquellas activistas que se exponen públicamente. Y resulta especialmente inquietante en la medida que supone un paso más allá en la conquista de las redes: ya no se trata de foros privados o marginales, sino que se sirven de Twitter y Youtube para obtener mucha más visibilidad.

"No estás solo, hermano" es solamente la última de las consigas que se han utilizado, pero resume perfectamente el espíritu del fenómeno. Frente al Unga Unga Army, debemos evitar que sus consignas sean blanqueadas como "una movilización social por los derechos" y verlos cómo lo que son: ultras peligrosos.

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