Sudaderas con la cara de criminales de guerra. Quioscos que amanecen hoy llenos de águilas en las portadas de sus diarios. Canciones ultranacionalistas en el vestuario de una de las favoritas al Mundial... Te damos las claves sobre la gran historia política de Rusia'18
Llama la atención porque es un gobierno pidiendo dinero para pagar con él una multa que le ha puesto la FIFA a dos futbolistas de una selección de otro país.
El primer ministro de Albania Edi Rama ha publicado en su cuenta de Facebook una petición para recaudar lo necesario para pagar los 8.660 euros cada uno con que fueron multados Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri por la FIFA. Se trata de dos jugadores de la selección suiza.
La petición lleva por título "No temas al águila". El gesto del águila albanesa con las dos manos entrelazadas fue precisamente lo que hicieron ambos futbolistas tras marcar contra Serbia el pasado viernes. Ambos son de origen albanokosovar. Xhaka, de hecho, tiene un hermano que juega con la selección de Albania.
En Kosovo, el ministro de Comercio e Industria, Bajram Hasani, ha donado parte de su salario, y en gofundme ya se han recaudado más de 22.000 euros.
El gesto ha sido interpretado como político e inadecuado por la FIFA, pero ha levantado mucha más polvareda en la vecina Serbia. Con el equipo eslavo a punto de jugarse la clasificación a octavos contra Brasil hoy, los principales tabloides han amanecido hoy con muchos gestos del águila en sus portadas. Protagonizados por rivales políticos croatas, el expresidente Stipe Mesic y el criminal de guerra Ante Gotovina.
El ambiente se une así a las protestas por errores arbitrales -un penalti no pitado a Mitrovic- que el seleccionador serbio Mladen Krstajic ilustró como el particular Tribunal de La Haya futbolístico para el país con capital en Belgrado. Que el árbitro debería ser juzgado en La Haya, dijo, literalmente, "como nosotros".
Desde que comenzaron a jugar Croacia y Serbia no han dejado de generarse noticias políticas alrededor del Mundial que contextualizan la historia reciente de los Balcanes. El diario Informer, el más leído en Serbia, criticó, tildándolo de escándalo que los comentaristas de la televisión pública serbia, RTS, celebrasen los goles que Croacia marcó en el primer partido a Nigeria.
Del partido Serbia-Suiza trascendieron imágenes de aficionados del país balcánico con sudaderas con la cara del criminal de guerra Ratko Mladic. Mladic es el responsable de unos 8.000 asesinatos de bosníacos musulmanes en Srebrenica en 1995. Unos días después, familiares de las víctimas impidieron que el embajador ruso en Bosnia visitara precisamente Srebrenica.
Mientras, en el vestuario de los croatas se celebra el buen momento de la selección con música de Thompson, un conocido cantante ultranacionalista. Ustacha, recordando el término con el que se conocía al régimen croata colaboracionista de los nazis, según muchos fuera de Croacia. Durante un Kosovo-Croacia jugado hace dos años en Albania, ambas aficiones cantaron "Muerte a los serbios". Y los de origen de Xhaka y Shaqiri, volviendo a ellos, están en un país que Serbia no reconoce.
No es un laberinto, aunque lo parezca, es política y Balcanes. Y desde luego es mucho más que un Mundial.
