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Artículo 6 claves por las que las mujeres argentinas van a ganar Now

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6 claves por las que las mujeres argentinas van a ganar

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Dos días después no tenemos duda. No ha sido una derrota, sino una victoria aplazada. Por estas razones las mujeres argentinas confían tanto en que más temprano que tarde el aborto legal, seguro y gratuito será ley

Ignacio Pato

10 Agosto 2018 15:38

Una pregunta por whatsapp y una respuesta.

—¿Ahora qué?

—Ahora Todo.

Todo en mayúscula. Contesta la activista y politóloga Flor Freijo. Esta semana le dio un pañuelo verde a Macri, inició el hashtag #YoAborté y fue una de las dos millones de personas, la enorme mayoría mujeres, que se manifestó el 8 de Agosto por el derecho a decidir.

Poco más de la mitad de los senadores decidió mirarse el ombligo en lugar de por la ventana y votaron en contra de que el aborto legal, seguro y gratuito sea ley. La vida de las mujeres argentinas -22 millones- quedó atrapada en una ley de hace 98 años.

Hubo lágrimas y rabia, pero también fueron horas de, como nos escribía la activista de Red de Mujeres Natalia Garavano, más fiesta que preocupación por el triunfo de un bando celeste que reunió a mucha menos gente en la calle pero sí gozó de un equipo de sonido, bromeaban otras activistas como Cynthia Castoriano, Suzy Qiú, a la altura de un concierto Red Hot Chili Peppers.

Porque hay razones para confiar en que más temprano que tarde -a partir del 1 de marzo de 2019 puede volver a tramitarse- la ley argentina se ponga del lado de las mujeres.

1. Debate público

La presión verde ha conseguido instalar el debate en la opinión pública argentina. De eso ya no hay marcha atrás. Incluso senadores que votaron en contra resaltaron el hecho de que esa sesión estuviera celebrándose.

Hoy el diario conservador -que apoyó a la dictadura militar y eclesiástica- Clarín, por citar solo un ejemplo, publica un artículo sobre educación sexual en las aulas. Argentina no puede huir de encontrar una solución para una situación que se parece más a una emergencia de salud pública que a un debate filosófico: desde el año 84 han muerto más de 3.000 mujeres como consecuencia de abortos inseguros. Medio millón de gestantes abortan cada año sin respaldo administrativo y 43 murieron por ello en 2016, el último año del que se tienen datos. La última, Liliana Herrera, de 22 años, el pasado domingo.

Infinidad de rostros jóvenes han asomado a los medios de comunicación con argumentos contundentes contra tertulianos mucho más mayores. Es el caso de la estudiante de 18 años Ofelia Fernández. Los argentinos -tanto los proaborto clandestino como los proaborto seguro- son conscientes de que hay un texto de 1921 legislando cuerpos de mujeres nacidas en el siglo XXI.

2. Los dinosaurios y las pibas: crisis de representación de género y generacional

Existe una evidente "crisis de representación de género y generacional", como apunta entre otras voces la periodista Luciana Peker. El promedio de edad de los senadores -la mayoría hombres- es de 57 años y el de la calle baja muchos años, décadas incluso, de eso.

El dibujo de un Senado como una especie de Parque Jurásico ha sido recurrente durante esta semana. También el recuerdo de una frase fundamental en la cultura popular del país: "los dinosaurios van a desaparecer", como cantaba Charly García.

El poder de un senador cerca de ser sexagenario es mayor que el de todas esas chicas de instituto que han copado las calles. La motivación por conseguir un cambio y la capacidad para presionar socialmente también. Es algo que todo el mundo, dentro y fuera del país, ha visto.

3. La pelota en el tejado de los antiderechos: la batalla por el lenguaje

Las activistas por el aborto seguro han ganado también una batalla simbólica importante. El movimiento autodenominado como pro-vida se adelantó en la lucha del lenguaje a los pro-choice o pro-elección. El primero surgió antes, como reacción a las libertades de las mujeres enarboladas por la generación de finales de los sesenta, y solo en 1975 el Wall Street Journal recogía el término pro-elección. Dos años antes, el otro bando había hecho campaña contra el aborto -en el contexto del caso Roe contra Wade que desembocó en la legalización en EEUU- con el lema "derecho a la vida".

Es obvio que la connotación de ambos términos es desigual. ¿Quién va a estar en contra de la vida? En Argentina las movilizaciones por el derecho a decidir han conseguido instalar en el debate el uso del término antiderechos y pro-aborto clandestino cuando hablemos de personas que, más que de la vida, están a favor de esas dos cosas.

Además, los autodenominados pro-vida han caído en una especie de propia trampa. Si su lema de "salvemos las dos vidas" es cierto, no son pocas las voces que desde la negativa a la ley les exigen que, ahora sí, se ocupen de que no muera ninguna embarazada más. La pelota está en ese tejado.

4. Viral con 82 años: simbolismo político, cultural y digital desigual

A Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, la presidenta del Senado Gabriela Michetti -con un papel durante las 15 horas muy criticado por presuntamente parcial por el 'No'- no la dejó pasar a la sesión. Horas antes, se había declarado feminista a sus 88 años.

Su figura conlleva un peso político en la historia argentina del que aquí ya hemos hablado varias veces. Y Argentina no es un país inmune a ese simbolismo: mucha gente recuerda todavía que la primera vez en que la policía golpeó a las Madres fue durante la represión del corralito de 2001.

Enfrente, con voto negativo, el senador Carlos Menem. El expresidente que indultó a 290 personas implicadas en los asesinatos de la dictadura, liberalizó el país en los noventa deslizándolo hacia la hiperinflación y el corralito y además acompañó a su exesposa a abortar clandestinamente hace años. Menem también ha faltado al 85% de sesiones del Senado.

Puede sonar binaria la comparación, pero en cultura o medios el Sí también gana. No solo porque el número que apoye el derecho sea mayor -y ahí está por ejemplo la actividad del colectivo Actrices Argentinas- sino porque el enfrentamiento argumentativo y de prestigio entre Amalia Granata o Mirtha Legrand -antiderechos- y Verónica Llinás, Carla Peterson o Valeria Bertuccelli es desigual.

Durante la sesión de debate, las intervenciones más recordadas -para bien- fueron las de las políticas y políticos favorables a la ley. Hubo frases que ya están en los muros, como la de Norma Durango: "La maternidad será deseada o no será". También recordado será, por supuesto, el discurso de Pino Solanas, una encendida defensa, literalmente, del gozo.

"Será ley contra viento y marea" y "Bravo, chicas, nadie podrá parar esta oleada" fueron frases virales en Twitter o Instagram y pertenecen, no olvidemos, a un señor de 82 años.

Fue inevitable que en el Senado se pronunciase la famosa frase de Unamuno "venceréis pero no convenceréis".

5. El mundo está mirando

Viral fue también la contraportada de The New York Times con Amnistía Internacional que pedía despenalización del aborto en Argentina.

"El mundo está mirando".

Más que mirando. Viendo. Cosas como que incluso en la victoria una antiderechos destacada como la mencionada Amalia Granata ha tenido espacio mental para ajustar cuentas con el diario. Ese "En tu cara, The New York Times" cuando están muriendo mujeres por abortos clandestinos también lo ha visto el mundo.

6. Alegría

Solo si se es dueño de una clínica en la que se practiquen abortos clandestinos se entiende que alguien celebrase la victoria del "No".

Enfrente de los que ni siquiera deberían tener motivos para alegrarse en la victoria, están ellas. Las mujeres movilizadas. Pocas, muy pocas veces en una derrota se han visto tantas sonrisas. Quizá porque no lo era tanto, quizá porque como cantaba el grupo punk de Madrid Accidente "en la guerra no siempre son visibles las victorias más bellas".

Fotografía Pandilla Feminista

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