El país asiático está construyendo el proyecto de lluvia artificial más grande del mundo
China quiere hacer que llueva en la meseta del Tíbet. Debido a la escasez de agua en la zona, el país planea un sistema para aumentar las lluvias de forma artificial. Es el proyecto para modificar el clima más grande del mundo.
La tecnología, en fase de prueba, consiste en unas cámaras de combustión en forma de chimeneas. La empresa encargada se llama Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China y ya ha instalado más de 500 chimeneas a lo largo de la cadena montañosa del Tíbet. La idea es que haya decenas de miles en una región que abarca 1,6 millones de kilómetros de cuadrados, un tamaño tres veces España.
En estas chimeneas se quemará combustible sólido para producir yoduro de plata, compuesto que participa en la formación de nubes. Las cámaras se ubican en lugares clave donde pegan vientos venido del sur de Asia y, en teoría, elevarán el yoduro de plata generado. La empresa estima que la siembra de estas nubes incremente el suministro de agua entre 5 y 10 mil millones de metros cúbicos al año.
Como informa China Morning Post, esta tecnología tiene sus raíces en un programa militar chino de modificación del clima. China y países como EEUU y Rusia “han estado investigando formas de desencadenar desastres naturales como inundaciones, sequías y tornados para debilitar a sus enemigos en caso de conflicto”, apunta el medio. Hace diez años, esta tecnología de guerra saltó al plano civil.
El Tíbet supone la mayor reserva de agua dulce de Asia. Los glaciares y los depósitos de agua brindan caudal a los principales ríos del país y de la India. Aunque la meseta ya es uno de los lugares más secos del planeta, con menos de 10 cm de precipitación al año, los científicos advierten de una brutal sequía en el lugar dentro de las próximas décadas. Entonces asalta el miedo.
No obstante, este proyecto no convence a todo el mundo. “Soy escéptico sobre la cantidad de lluvia que pueden producir. Un sistema meteorológico puede ser enorme. Puede hacer que todos los esfuerzos humanos parezcan vanos”, le dijo al periódico Ma Weiqiang, investigador del Instituto de Investigación de la Meseta Tibetana de la Academia China de Ciencias.
¿La solución es que los humanos hagamos llover?