Ni "Heat" había retratado un robo igual: alrededor de 20 atracadores lanzaron cohetes, hicieron explotar cajas fuertes, incendiaron vehículos, se liaron a tiros con la policía y huyeron en coches blindados y una lancha, después de llevarse 40 millones de dólares de un furgón de Prosegur.
Tres de los sospechosos fueron abatidos por la policía. Al menos ocho fueron detenidos, un coche de policía recuperado y dos barcos, cinco fusiles, una metralleta y explosivos fueron aprehendidos.
Pero aún andan sueltos la mayoría de los entre 40 y 50 que perpetraron "el robo del siglo", tal y como lo han definido las autoridades paraguayas, según cuenta BBC Mundo. Y también el presunto líder de la banda, que forma parte del grupo de narcos brasileño Primeiro Comando Capital.
Robaron unos 40 millones de dólares, según apuntan los medios locales, pero lo más impactante fue el espectáculo que incluyó el incendio de vehículos, cohetes volando, cortes de calles, disparos a policías, explosivos detonando cajas fuertes, decenas de tipos al asalto del cofre del dinero y una huida en lancha perdiéndose en la selva.
En Ciudad del Este, localidad paraguaya enclavada en la Triple Frontera con Brasil y Argentina, no recuerdan nada igual. Y eso que se trata de una capital latinoamericana del contrabando, el narcotráfico y la trata de blancas.
Sucedió el lunes, de madrugada. El grupo de unos 20 atracadores (50, según otros medios como Reuters) bloqueó, con cócteles molotov y clavos para pinchar pneumáticos, la carretera que conectaba la comisaría de policía con su objetivo, una furgoneta blindada de Prosegur. En calles colindantes, sembraron el terror incendiando coches y un camión.
Llegaron a la camioneta saludando con disparos y matando al único policía que se encontraba allí. Muy rápido controlaron a los vigilantes privados. Con un explosivo, abrieron la caja fuerte y se llevaron las maletas con dinero: unos 40 millones de dólares.
La huida fue igual de espectacular: salieron rumbo a Brasil en coches blindados y cinco camionetas soltando 'miguelitos', como se conocen los clavos para pinchar pneumáticos. Algunos de ellos sembraron el terror invadiendo propiedades rurales. Otros huyeron en lancha por el río Paraná perdiéndose en la selva.
Esparcidos en diversos grupos, la policía brasileña sólo consiguió 'cazar' en la tarde del lunes a tres, a los que mató después de un intenso tiroteo entre Itaipulandia y Sao Miguel de Iguaçú, municipios ambos al oeste del Estado de Paraná muy próximos a la frontera con Paraguay.
Agentes brasileños y paraguayos montaron un equipo de emergencia en Foz de Iguazú para investigar los hechos y detener a los criminales. "Todo apunta a que fue el Primeiro Comando Capital", dijo el Ministro de Interior paraguayo Lorenzo Lescano, que visitó la ciudad, según el diario brasileño Estado de São Paulo.
Se refería a la mayor facción del narcotráfico brasileño, con sede central en São Paulo pero con cada vez más ramificaciones a lo largo y ancho del país.