Los dos mandatarios parecen haber dejado atrás su etapa de amenazas e insultos
El deshielo entre las dos Coreas, iniciado el pasado mes a raíz de los "Juegos de la Paz", parece haberse extendido también a la Casa Blanca.
El pasado año fue el período más tenso entre los dos mandatarios. La escala armamentística; las amenazas de una guerra guerra nuclear y los insultos emitidos por ambos bandos parecen tener los días contados.
Este jueves, el jefe de la Oficina de Seguridad Nacional de Corea del Sur, Chung Eui-yong, fue el encargado de "mediar" entre Donald Trump y Kim Jong-un. La iniciativa parte del líder de Corea del Norte que le hizo llegar, a través del emisario surcoreano, una carta en el la que proponía al presidente estadounidense un encuentro para iniciar una conversación.
Contra todo pronóstico Trump aceptó la propuesta. No es la primera vez que se produce un acercamiento entre ambos países. Ya lo intenaron sus antecesores Bill Clinton y George Bush. Ambos fracasaron en el intento de establecer una tregua entre Washington y Pyongyang.
Sin embargo esta vez el Líder Supremo asegura que congelará toda actividad armamentística y nuclear- el último misil lanzado fue hace tres meses- a cambio de sentarse a negociar y asegurar la supervivencia del régimen.
Las conversaciones entre las dos Coreas parecen estar propsperando. La duda ahora es si Kim Jong-un está dispuesto a cumplir con su palabra.
El propio Donald Trump celebró la propuesta a través de cuenta de Twitter.
Las razones por las que Kim Jong-un ha decidido plantear una "tregua" tampoco son del todo claras. Las duras sanciones impuestas por parte de Estados Unidos; la "dependencia" de China- que absorbe el 90% de las exportaciones de Corea del Norte y está claramente posicionada hacia un entendimiento o los avances en materia de "congelación armamentística" hacia su vecino del Sur, podrían ser alguno de los motivos.
Pese a las reticencias y desconfianzas mutuas, el anuncio de una reunión entre los mandatarios que todavía no tiene fecha ni lugar previsto pero que se sucederá a finales de mayo, insufla un poco de oxígeno en las tensas relaciones vividas en los últimos años.