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Artículo “En verdad, EEUU ya ha perdido”: expertos analizan el post-bombardeo en Siria Now

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“En verdad, EEUU ya ha perdido”: expertos analizan el post-bombardeo en Siria

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Getty
 

Esta es la razón por la que Trump, Assad y Putin han salido ganando con los últimos bombardeos

Rafa Martí

17 Abril 2018 18:15

¿Empezará la tercera guerra mundial después del bombardeo estadounidense sobre Siria? ¿Qué harán Israel e Irán dentro de ese avispero? ¿Cómo puede acabar la guerra y qué le puede esperar a Siria? ¿Por qué las grandes potencias hacen lo que hacen? ¿Qué pinta la Unión Europea en todo esto? Tras el bombardeo aliado sobre Siria el pasado fin de semana, expertos en política exterior y en Oriente Medio, representantes de diferentes organismos y periodistas se han reunido en el think tank CIDOB de Barcelona para debatir sobre las implicaciones del ataque en el futuro de la geopolítica. Estas son algunas de las ideas que se han reflejado en la conversación:

1. EEUU ha perdido la guerra de Siria y quiere delegar su influencia a Francia y Reino Unido, en concreto, sobre el futuro del Kurdistán sirio. Un ataque de poca efectividad como el del sábado sobre instalaciones militares secundarias sobre las que ni siquiera hay evidencia que tuvieran relación con la producción y almacenamiento de armas químicas significa que EEUU no tiene poder real sobre la zona y que calcula riesgos. La presencia de Rusia y otras potencias regionales, junto a una acción militar que no cambia los acontecimientos de la guerra es un reconocimiento a que Bachar al-Assad ha ganado la guerra. Es más, EEUU cada día pinta menos en Siria. De retirar los 2.000 soldados que mantiene al norte del país en la zona del Kurdistán sirio, donde ha ayudado a las milicias YPG en la guerra contra el Estado Islámico, la potencia norteamericana perdería casi toda o toda la influencia que tiene sobre el país. Su apuesta de hace siete años por la oposición a Bachar al-Assad ha fracasado estrepitosamente mientras el dictador se encamina a una victoria total con ayuda de Rusia. Sin embargo, la Administración Trump podría mantener su presencia en el país a través de la implicación de Francia y Reino Unido en el Kurdistán. Trump ha ordenado un ataque mínimo con tal de mostrar a la opinión pública estadounidense que él sí actúa cuando hay problemas internacionales y, posiblemente, para desviar la atención sobre los problemas judiciales que le acechan en casa, como es el caso de la investigación sobre la injerencia rusa en las elecciones y los escándalos que lo relacionan con estrellas porno.

Trump ha ordenado un ataque mínimo con tal de mostrar a la opinión pública estadounidense que él sí actúa cuando hay problemas internacionales y, posiblemente, para desviar la atención sobre los problemas judiciales que le acechan en casa,

2. Reino Unido y Francia siguen siendo el eje militar europeo, a pesar del Brexit. El lunes se reunieron en Bruselas los ministros de Exteriores de los países de la Unión Europea apoyando de forma velada la intervención de los tres países en Siria. Sin embargo, Europa pinta más bien poco en el conflicto sirio. Como en otras ocasiones, han sido Francia y Reino Unido, las principales potencias militares en Europa, quienes han tomado la iniciativa siguiendo a Estados Unidos y sin consultar al resto del bloque europeo. Así como el bloque económico europeo sigue siendo París-Berlín, en materia de seguridad se mantiene en Londres-París, a pesar de la inminente salida del Reino Unido de la UE. La acción conjunta también ha demostrado que Theresa May ha marcado ya las líneas de acción de su país fuera del bloque de los 27: servirse de la UE como principal aliado a pesar de la fuerte separación política que supondrá el Brexit.

3. Siria podría quedar dividida en zonas de influencia extranjera, como Alemania después de la Segunda Guerra Mundial. Las críticas a la injerencia occidental en Siria apuntan a que solo una mediación regional podría encontrar una solución para Siria. Sin embargo, la implicación de las potencias es tal que el escenario más posible para la Siria de la posguerra sea uno parecido a la Alemania del telón de acero, con un país dividido por áreas de influencia de potencias extranjeras, entre las que tendrían mayor poder las potencias regionales. Así, una parte del país quedaría dominada por el régimen con influencia rusa, otra con influencia iraní y de Hezbollah al sur, en la frontera con Israel. El norte kurdo conservaría la influencia occidental y turca. En todo este escenario, Rusia ya está jugando un papel de mediador regional. Su posición geográfica, fronteriza con países como Irán y su impicación activa en la guerra han hecho que deje de ser una gran potencia extranjera con un peso periférico como es el caso de EEUU.

Así como el bloque económico europeo sigue siendo París-Berlín, en materia de seguridad se mantiene en Londres-París, a pesar de la inminente salida del Reino Unido de la UE.

4. La última fase de la guerra se concentrará en la provincia sureña de Deraa, con Israel e Irán como principales protagonistas. Una vez derrotados los reductos rebeldes de Damasco —Ghouta y Douma—, la guerra terminará en la provincia norteña de Ildib, donde todavía quedan bolsas de resistencia, con una más que posible última fase en la zona sur de Deraá, fronteriza con Israel y donde mayor presencia tienen los aliados chiíes del régimen, Hezbollah e Irán. Esto podría dar lugar a una nueva escalada del conflicto, sobre todo entre Irán e Israel, aunque es poco probable que se llegase a un enfrentamiento directo que provocase una nueva reacción estadounidense en defensa de su eterno aliado. A Irán le interesa un conflicto externalizado a través de una facción que controla como Hezbollah, con el fin de no aumentar el conflicto sirio, en vistas a conservar el apoyo de la UE al proceso nuclear iraní, del cual Trump ya ha dicho que quiere retirar a EEUU.

5. Todo el mundo sale ganando para lo que le conviene. Aunque EEUU haya perdido la guerra, nunca estuvo en los planes de la administración Trump ganarla. Lo que ha servido a EEUU ha sido un golpe de efecto para fines domésticos, algo parecido a lo que sucede con Francia y el Reino Unido. En el caso de al-Assad, sale con la victoria y Rusia queda reforzada como potencia con la que la maquinaria bélica occidental no puede hacer nada, mientras Irán gana posiciones lejos de su frontera y Turquía se lleva parte de la influencia. Con los próximos movimientos todos salen ganando menos la población que día a día sufre los efectos de la contienda.

EE UU, Francia y Reino Unido logran dar un golpe de efecto para fines domésticos, Assad sale victorioso y Rusia queda reforzada como potencia imbatible para la maquinaria occidental

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