El debate es tan necesario como urgente en un país en el que 49.000 mujeres son hospitalizadas al año por prácticas inseguras
150 actrices meten presión al Congreso de Argentina. Mediante una carta abierta firmada por todas ellas, este grupo de activistas feministas busca seguir dando cera a un debate persistente en los últimos diez años en este país: la despenalización del aborto. La medida es tan necesaria como urgente.
En Argentina, la interrupción voluntaria del embarazo está prohibida y es castigada con penas de cárcel excepto en casos de violación y riesgo para la madre. La interpretación restrictiva del aborto lleva a muchas mujeres argentinas a hacerlo de forma clandestina, poniendo en riesgo la vida de la madre.
Desde hace años algunos, el debate está en las calles y en el Congreso: el movimiento feminista reivindica este derecho por considerarlo esencial en la vida de cualquier mujer. Desde el 2006, se viene solicitando un cambio en la legislación a los parlamentarios.
“Les pedimos que voten el proyecto de la Campaña Nacional porque estamos convencidas de que el aborto legal —acompañado de políticas públicas de educación, prevención y contención para evitarlo— nos convertirá en una sociedad más justa, más moderna y definitivamente menos hipócrita”, reza el manifiesto dirigido a los legisladores.
Actrices conocidas como Dolores Fonzi, Nancy Dupláa, Carla Peterson, Mirtha Busnelli y Verónica Llinás se encuentran entre las firmantes. Bajo el hashtag #AbortoLibreYa la iniciativa pretende también extenderse a las redes sociales y sensibilizar a la población sobre la importancia de este derecho básico.
Según Página 12, el documento se empezó de forma colaborativa a través de un grupo de WhatsApp. Rápidamente fue tomando cuerpo y no deja de sumar apoyos en las últimas horas.
Desde hace algunos meses, la presión social es tan fuerte que el propio Mauricio Macri ha dado permiso para iniciar el debate en el Congreso. Según la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito, al menos 49.000 mujeres son hospitalizadas al año por complicaciones relacionadas con “prácticas inseguras”. A pesar de la prohibición, en el país se practican entre 370.000 y 520.000 abortos al año, muchos de ellos clandestinos.