Además de los humanos, ningún otro animal ha llegado nunca a ese nivel de inteligencia
Alex era un loro y un crack. Es famoso porque fue el único animal que lanzó una pregunta. Coqueto él, se miró al espejo y dijo: "What color?" refiriéndose al color de su propio plumaje.
Pero la historia hasta ese momento inédito tiene recorrido. La psicóloga Irene Maxine Pepperberg estaba por Chicago en 1977 y entró a una tienda de mascotas. Pepperberg estaba inmersa en un estudio sobre cognición animal. Quería saber si los loros solo repetían lo que escuchaban o si podrían ser lo suficientemente inteligentes para comprender lo que están soltando por el pico.
Pepperberg le contó su idea al dueño de la tienda de lo que quería averiguar y éste le sacó a Alex, un loro gris africano (Psittacus erithacus) que se llama así porque tiene las plumas grises y es original de África. Alex, que entonces tenía 13 meses, había nacido en EEUU y le habían recortado las alas para que no pudiera escaparse volando al igual que al resto. Cositas de las tiendas de animales.
Para enseñarle, la psicóloga, de la Universidad de Purdue y luego de la Harvard o Brandeis, adoptó con Alex un modelo de entrenamiento llamado M/R (Modelo/Rival) creado por el etólogo alemán Dietmar Todt, aunque Pepperberg hizo algunas variaciones. Alex se llamó Alex porque es la acrómico de Avian Learning Experiment.
Después de enseñarle palabras, diciéndolas una y otra vez hasta que el loro las repetía -momento en el que le daba su recompensa-, pasó a que Alex intentara saber contestar preguntas. En vez de darle un premio, ella formulaba una pregunta y le mostraba con un objeto la respuesta, entre otras técnicas.
Al final, el loro aventajado te sabía contar del uno al seis, hacer sumas simples, decir el nombre de casi 50 objetos, entender conceptos abstractos como “arriba”, “abajo”, se cabreaba si intentaban engañarle y una vez hasta inventó una palabra cuando vio una fruta. Dijo banerry (mezclando plátano y cereza) para referirse a una manzana (apple) porque no podía pronunciar la p. Valiente espabilado. En 2005, hasta demostró que entendía qué era “cero” para mencionar que no había diferencia entre dos objetos que le mostraron.
Con todo, la Dra. Pepperberg afirmó que Alex tenía un nivel cognitivo parecido al de los delfines y grandes simios, una inteligencia equiparable a la de un niño de 5 años en algunos aspectos y un nivel emocional de un niño de 2 años. Respondía en un 80% correctamente a las preguntas.
Alex murió en 2007, a los 31 años. Sus últimas palabras para la psicóloga fueron: "Pórtate bien. Te quiero". Apareció un obituario en The Economist. No sabemos qué hubiera dicho de esa nota de despedida. Pero quizá le agradaría que el resto de su especie no muriera -está en peligro de extinción- porque destruyen su hábitat natural y los capturan para venderlos.