Más de 60 trabajadoras de Bershka de Pontevedra han convocado la primera huelga de la historia de Inditex, que cumple hoy 8 días, para denunciar sus condiciones laborales
"¿Seguro que Amancio conoce vuestra situación?". Es lo que le preguntan cada día a las trabajadoras de Bershka (Inditex) de Pontevedra que llevan ya 8 días de huelga que amenaza con ser indefenida hasta nuevas negociaciones. Las 65 trabajadoras- el 100% de la plantilla de Pontevedra- salen cada día a la calle para reivindicar la precariedad de sus condiciones laborales y conseguir que igualen el salario que cobran sus homólogas de A Coruña.
Ayer sus representantes sindicales, CIG (Confederación Gallega Intersindical) se reunían con la empresa- Inditex- para negociar las reivindicaciones de las trabajadoras. La reunión comenzaba a las 9 de la mañana y terminó a las 22 de la noche con una resolución que no llegó a buen puerto.
La empresa de Amancio Ortega aceptó cambiar las condiciones laborales exigidas como la conciliación familiar; poder librar al menos un sábado al mes; 15 días de vacaciones en los meses de julio y agosto y equiparar las condiciones de los permisos de lactancia con los que tienen sus compañeras de otras provincias. Las trabajadoras de Pontevedra tenían 17 días menos.
Sin embargo la petición de igualar su salario al resto- que cobran 130 euros más- no fue aceptada. “Las trabajadoras pedían un aumento de 50 euros para equipar el salario del resto de trabajadoras que cobran 130 euros más”, explica Diana Rodríguez, Secretaria comarcal del CIG en Pontevedra. “Llevan un año luchando para equipar su convenio al de las compañeras de Coruña. Hace 6 meses consiguieron el plus de 80 euros para todas las jornadas y exigen que se les pague la diferencia”, mantiene Rodríguez.
“Lo más curioso es el asombro de la gente cuando le decimos que sí, que Amancio Ortega- dueño de Inditex- conoce la demanda. Básicamente porque nos reivindicamos frente a la sede de Inditex y el departamento de recursos humanos nos piden que nos vayamos para que no salgamos en la prensa”
Diana Rodríguez, Secreraria Sindical CIG
La propuesta era un aumento de 50 euros proporcionales a la jornada de cada una de ellas. La empresa rechazó la primera oferta. Se acordó rebajarlo a 25 euros y que se hiciese efectivo este mismo año. La respuesta final de la empresa: ofrecer 30 euros repartidos en tres años. Es decir, 10 euros anuales para una plantilla donde el 90% de la platilla tiene un contrato indefenido y de media jornada. Pese a que a las trabajadoras les obligan a aumentar las horas extraordinarias, Inditex se niega a contratarlas a jornada completa.
“Las trabajadoras se sintieron enormemente ofendidas y han decidido seguir adelante con la huelga que cada vez cuenta con mayor apoyo de los vecinos de Pontevedra”, mantiene la secretaria sindical. “Lo más curioso es el asombro de la gente cuando le decimos que sí, que Amancio Ortega- dueño de Inditex- conoce la demanda. Básicamente porque nos reivindicamos frente a la sede de Inditex y el departamento de recursos humanos nos piden que nos vayamos para que no salgamos en la prensa”, concluye.
Amancio Ortega también es noticia hoy. No solo por la huelga de sus trabajadoras sino porque este año ingresará un total de 1.256 millones de euros en concepto de dividendos de la compañía después de cobrar 628 millones en dividendos provenientes de la firma Inditex.
La fortuna de Ortega llegó a alcanzar el pasado año los 70 mil millones de euros. Una fortuna muy cercana a la de uno de los hombres más ricos del Planeta: Bill Gates. Para hacerse una idea, Ortega llegó a ganar en un solo día lo que ingresan en un año 158.000 trabajadores.
Entonces ¿qué le impide al hombre más rico de España aprobar la subida salarial de 50 euros a la plantilla de Pontevedra?
La empresa no responde. “Es un tema sindical y nosotros no vamos entrar a hacer comentarios”, explican desde el departamento de comunicación de la firma gallega. En términos económicos, la subida salarial supondría para la empresa un desembolso de 16.000 euros. Una “limosna” teniendo en cuenta los beneficios de la empresa.
Las trabajadoras lo tienen claro. “Tienen miedo a que esto tenga un efecto dominó y que si lo conseguimos nosotras el resto de ciudades también pida mejoras laborales y salariales”, explica una de las 65 trabajadoras.
“Esta huelga no tendrá gran repercusión en los grandes medios de comunicación pero para nosotras es una batalla ganada. La decisión de seguir adelante con la huelga haciendo frente a una multinacional tan respeta en España es una muestra de valentía. Algo que nadie antes se había atrevido a hacer”, mantiene la Secretaria sindical.
La valentía de estas 65 trabajadoras (64 mujeres y un hombre) pone de nuevo en evidencia las precarias condiciones laborales y salariales que imperan en la industria textil. Un mercado donde predominan los contratos a tiempo parcial; medias jornadas que acaban alargándose sin ser contabilizadas; sueldos que no llegan ni a los 750 euros netos y que está compuesta, en su mayoría, por mujeres jóvenes donde, dependiendo de las firmas textiles, tener 30 años es ser "demasiado vieja" para el empleo.