Un juez ha decidido dejar impunes a los agresores que propinaron una brutal paliza a una mujer con una porra con clavos en 2015. El magistrado del Tribunal Supremo, Neto de Moura, no ve en la agresión un caso flagrante de violencia de género y defiende que la agresión es "comprensible" porque la mujer había sido infiel.
"El adulterio cometido por una mujer es un gravísimo atentado contra el honor y la dignidad del hombre. En la Biblia podemos leer que la mujer que mantiene relaciones extramatrimoniales debe ser castigada con la pena de muerte", son algunas de las frases que recoge la sentencia.
Los hechos no han ocurrido ni en Irán, ni Arabia Saudí o Sudán sino en Portugal, un país laico y supuestamente democrático no regido por la ley religiosa.
En 2014 la víctima originaria de Felgueiras, una comarca de Oporto, comenzó una relación extramatrimonial con otro hombre. Cuando la mujer puso fin a esa relación el examante le contó lo sucedido a la pareja de la víctima.
"El adulterio cometido por una mujer es un gravísimo atentado contra el honor y la dignidad del hombre. En la Biblia podemos leer que la mujer que mantiene relaciones extramatrimoniales debe ser castigada con la pena de muerte", son algunas de las frases que recoge la sentencia.
Ambos comenzaron entonces una venganza conjunta, durante un año, que comenzó con vejaciones e insultos públicos y amenzas de muerte. La amenaza acabó haciéndose real. Los dos agresores secuestraon a la víctima y le propinaron una brutal paliza golpeándola repetidamente con una porra forrada de clavos en 2015.
El Tribunal de Primera Instancia de Felgueiras condenó a los agresores por un delito de violencia machista. En ambos casos las penas de prisión de un año correspondientes al crimen fueron suspendidas y tan solo recibían dos multas de 1.750 para el exmarido y de 3.500 euros para el segundo agresor. La Fiscalía consideró la condena inaceptable debido a la gravedad del caso y apeló la sentencia.
Esta vez el caso fue llevado a la Audiencia Nacional de Oporto. El juez no solo mantuvo la misma condena sino que no permitió que la víctima testificara. En palabras del propio juez el motivo de censurar el testimonio de la mujer se debía a que "una mujer que comete adulterio es una persona falsa, hipócrita, deshonesta, desleal, fútil, inmoral. En fin, una persona que carece de credibilidad moral". Todo puede leerse en la sentencia.
La decisión ha indignado a juristas, políticos y a decenas de asociaciones defensoras de la igualdad de género y víctimas de la violencia de género. ¿Cómo pueder ser posible que un juez interprete la ley en base a principios morales y religioso? No es la primera vez que este polémico juez, Neto de Moura deja ver su machismo.
En 2016 puso en duda el testimonio de otra mujer víctima de violencia de género y anuló la sentencia de dos años y cuatro meses de prisión y la multa de 2.500 euros impuesta por el juzgado de primera instancia al marido agresor.
La eurodiputada del Bloque de Izquierda, Marisa Matias, ha publicado en su cuenta de Facebook las preguntas que gran parte de la sociedad portuguesa se hace después de conocer una sentencia tan polémica. "¿Por dónde empiezo? ¿Por el argumento de que el adulterio femenino es más censurable que el masculino? ¿Por la decisión de citar a la Biblia para fundamentar la atenuación de una pena prevista en el Código Penal? ¿O por el hecho de que se siguen inventando excusas para evitar condenar a la violencia de género?"