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La detención de Puigdemont: esto es lo que puede pasar

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Getty
 

El expresidente catalán fue detenido gracias a una operación del CNI. Hoy comparece ante un juez alemán

R.M.

26 Marzo 2018 11:34

El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont, detenido ayer en Alemania cuando cruzaba la frontera desde Dinamarca, comparece hoy ante un juzgado alemán después de haber pasado la noche en la prisión de Neumünster. La Fiscalía del estado Schleswig-Holstein, donde fue detenido, se inhibió a favor de la Justicia central alemana pues esta materia es una competencia central con sede en Karlsruhe.

Por su parte, la fiscalía española inició desde ayer las gestiones para tramitar la extradición del exmandatario regional, cuyos abogados no quieren que sea juzgado en España, donde advierten que no tendría "un juicio justo". El juzgado alemán preguntará a Puigdemont si está de acuerdo en ser extraditado.

Prisión de Neumünster donde Puigdemont ha pasado la noche / Getty.

Los abogados de Puigdemont están intentando evitar la extradición a toda costa, argumentando que no se puede producir el traslado judicial de alguien por razones "políticas" e "ideológicas". Por ello, defienden que Puigdemont permanezca en prisión preventiva en Alemania hasta que un tribunal de ese país tome una decisión.

El código penal alemán, muy similar al español en cuanto a los delitos de los que se acusa a Puigdemont en España, prevé penas desde 10 años hasta la cadena perpetua por quienes atenten contra la unidad de la República. Aun así, la defensa confía en que no llegaría a ser condenado en Alemania, mientras que en España las probabilidades son más altas.

La decisión inmediata del juez alemán puede ser la libertad condicional o la prisión preventiva, que tendría lugar si el magistrado valora el riesgo de fuga mientras se tramita la euroorden. Antes de 15 días, Puigdemont tendrá que presentarse ante el tribunal de primera instancia de Kiel y ahí es donde se decidirá si finalmente es entregado a España en un plazo que no debe superar los 60 días. También cabe la posibilidad de que Puigdemont demande asilo —poco probable— con lo que podría alargar la resolución de su situación 90 días.

Puigdemont fue detenido después de que el juez Pablo Llarena reactivase una euroorden de captura contra Puigdemont y otros líderes del procés acusados de rebelión y otros delitos, que se encuentran en diferentes países de Europa para evitar la cárcel en España. En el momento de lanzarse la orden, Puigdemont se encontraba en Helsinki, Finlandia, donde participaba en una charla en la universidad de la capital y mantuvo varios contactos con diputados de ese país.

Puigdemont comparece ante un juez que le preguntará si quiere ser extraditado. Puede dejarlo en libertad condicional o en prisión preventiva para evitar la fuga, hasta que se tome una decisión final en un plazo de 15 días. La extradición podría tardar hasta 60 días.

Al no estar la euroorden traducida, las autoridades finesas retrasaron el proceso de captura del expresident, que habría tenido tiempo a salir del país para volver a Bélgica, donde reside. El Centro Nacional de Inteligencia español controlaba los pasos de Puigdemont en Finlandia y lo siguió desde antes de abordar el ferry que lo llevó a Suecia, desde donde viajaría a Dinamarca y, de ahí, a Alemania, para dirigirse posteriormente a Bélgica, todo por tierra.

Al entrar en territorio alemán fue detenido en una gasolinera en Schuby, cuando se había adentrado 30 kilómetros en Alemania y se dirigía hacia Hamburgo. La detención fue posible gracias al chivatazo del CNI.

La detención del expresident, antecedida por el ingreso en prisión de 4 exdiputados independentistas y la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, ha provocado multitudinarias protestas en Barcelona. En concreto, ayer, una manifestación de unas 50.000 personas protestó ante el consulado alemán por la detención del líder catalán, mientras que otros centenares de personas se enfrentaron a la policía autonómica catalana, controlada por el gobierno central desde la aplicación del artículo 155, cuando trartaban de romper el perímetro alrededor de la Delegación del Gobierno español en Cataluña.

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