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Artículo Guía de las elecciones venezolanas 2018, las más bajas en participación del país Now

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Guía de las elecciones venezolanas 2018, las más bajas en participación del país

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Reuters
 

Lo que acaba de ocurrir en el país latinoamericano pone en un aprieto difícil a su actual presidente

Rafa Martí

22 Mayo 2018 13:34

La participación más baja de la historia en unas presidenciales. Nicolás Maduro ha sido reelegido presidente del país hasta 2025 al obtener el 67,7% de los votos. Sin embargo, según el Consejo Nacional Electoral, la participación apenas habría alcanzado el 46% de un censo de 20 millones de personas. Es más, la agencia Reuters asegura que según fuentes del CNE que se pronunciaron de forma no oficial antes de que el organismo diese la cifra, apenas habría participado un 32,3% del censo. Los datos oficiales señalan que Maduro habría obtenido alrededor de 6 millones de votos frente al 1,9 millones de votos que habría obtenido el principal opositor, Henri Falcón, que habría acaparado el 22% de las papeletas.

Jaque de la oposición. La baja participación se debe a que la principal plataforma política opositora, la Mesa por la Unidad Democrática (MUD) decidió no presentarse a las elecciones por desconfiar de la limpieza del proceso. De esta forma, la oposición quería deslegitimar el nuevo mandato del sucesor de Chávez, en el que no cuenta con un apoyo popular mayoritario, frente al que sí tuvo en los anteriores comicios de 2013, año en que Maduro asumió el poder, cuando la participación alcanzó el 80%. Se trataría de una estrategia que pretende acelerar un éxito a corto plazo del régimen para que este termine definitivamente con él.

Rechazo interno y presiones internacionales. El principal candidato opositor que se presentaba a los comicios, Henri Falcón, lanzó al momento de conocerse los resultados graves acusaciones de fraude electoral. En concreto, el exmilitar acusó al régimen de comprar votos y de ejercer presiones sobre los votantes para obtener su apoyo. En el panorama internacional, ya eran varios los países que rechazaban la convocatoria a estas elecciones por sospechas de un proceso poco transparente en el que la oposición no podría concurrir de forma igualitaria. Primero fue la retirada de países como México de la mesa de negociación de La Habana por la falta de garantías democráticas y, tras conocerse los resultados, el grupo de Lima ha asegurado que no reconoce la victoria de Maduro. Se trata, en concreto, de Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Guyana, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía. A este grupo también se une Estados Unidos, que junto al grupo de Lima estudia aplicar medidas de castigo al régimen como nuevas sanciones, hecho que todavía puede agravar la situación del país y la estabilidad del gobierno bolivariano. La Unión Europea también admite las irregularidades en el proceso electoral y estudia igualmente la aplicación de medidas diplomáticas y económicas.

Victoria pírrica. Todo lo anterior deja a Maduro en una frágil situación, con hiperinflación (y sin visos de cambiar), con carestía de medicamentos y alimentos y una incapacidad de las instituciones para hacer frente a lo que muchos consideran ya un desastre humanitario. Este ha desatado una nueva crisis de migración en el continente, con miles de venezolanos que buscan nuevas oportunidades en otros países de la región. La única baza que tendría Maduro para restaurar la confianza en su régimen sería darle la vuelta a la situación económica y social del país, algo realmente difícil y más con las presiones internacionales que pesan sobre el país caribeño. Por ello, en lugar de su carta de salvación, la crisis puede terminar por hundirlo definitivamente, más en un escenario donde el régimen socialista cuenta con el apoyo más bajo de su historia desde el ascenso al poder de Hugo Chávez en 1999.

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