En las ruinas del templo de Jerusalén se ha encontrado un sello de 2.700 años de antigüedad con su nombre impreso
Isaías es considerado el gran profeta de Israel. Según la tradición hebrea, Isaías vivió ocho siglos antes de Cristo y la Biblia recoge que entonces anunció que Jesús nacería y se sacrificaría. Un grupo de arqueólogos ha descubierto en las ruinas de un templo de Jerusalén la que podría ser la primera referencia a Isaías fuera de la Biblia. Es decir, creen que es una prueba de que Isaías fue una persona real.
Los investigadores de la Universidad de Jerusalén han analizado una pequeña pieza de arcilla desenterrada con letras impresas, denominada bulla. El óvalo alberga el nombre Yesha'yah[u] (el nombre hebreo de Isaías), seguido de las letras nvy. Debido a que la bulla está dañada, el arqueólogo Eilat Mazar cree que nvy estuvo acompañado de las letras “aleph”, lo que significaría “profeta”. En conjunto: la bulla que perteneció al profeta Isaías.
Fuente. Ouria Tadmor/ Eilat Mazar
En 2009, los arqueólogos descubrieron 34 bullas en las excavaciones del templo entre las que se encuentra la atribuida a Isaías. A tres metros, se desenterró en 2015 otra bulla que entonces se supo llevaba el sello del rey Ezequías de Judea. Fue noticia internacional. Como la tradición hebrea cuenta que el rey Ezequías tuvo como consejero a Isaías, ha dado pie a interpretar que el profeta existió.
La proximidad de los hallazgos de las dos bullas "parece dejar abierta la posibilidad de que, a pesar de las dificultades presentadas por el área dañada de la bula, esto puede haber sido un sello impresión del profeta Isaías, consejero del rey Ezequías ", apunta el arqueólogo Mazar.
Sin embargo, existen lagunas, reconocidas hasta por Mazar. Como recoge National Geographic sin "aleph" al final, nyy es probablemente solo un nombre personal (a menudo el nombre del padre de la persona) o un lugar (de donde proviene la persona)” en vez del inicio de la palabra profeta.
"Por supuesto, la suposición de que este es un [sello] del profeta Isaías es brillante, pero ciertamente no es algo que debamos suponer que sea cierto", matizó a la revista Christopher Rollston, profesor de lenguas semíticas en la Universidad George Washington.
Podría ser cualquier otro Isaías y no el profeta descrito en la Biblia.