Vivía solo, no hablaba con nadie y se pasaba horas en una red social de extrema derecha escribiendo mensajes de odio antes de matar a 11 personas en Pittsburgh
Robert Bowers hablaba poco. Prácticamente con nadie. El presunto autor —a falta de sentencia firme— de la matanza a once personas en la sinagoga de Pittsburgh (Pensilvania) era un hombre solitario, casi fantasmal, sugiere un amplio perfil en el New York Times. Sus intereses: la extrema derecha, el antisemitismo, el supremacismo blanco y Donald Trump, a quien trataba como alguien excesivamente “blando con los judíos”. Fumaba cigarrillos, solo, escuchaba la radio; y se pasaba horas escribiendo mensajes de odio en la red social Gab, un pozo sin fondo de la ultraderecha en Estados Unidos.
Pocas horas antes de cometer el atentado, este hombre de 46 años, soltero y sin familia conocida, publicó en sus redes sociales un mensaje amenazante: "Que se joda vuestro punto de vista, voy a ello". Y fue a ello. Bowers irrumpió el pasado sábado, en plena ceremonia del sabbath, en la sinagoga de la Congregación de Tree of Life ("El árbol de la vida") armado con un fusil semiautomático AR-15 y tres pistolas Glock 57.
Captura de pantalla de Robert Bowers
Empezó a disparar sin ton ni son contra los feligreses y acabó matando a once e hiriendo a cinco. Bowers sostenía que “todos los judíos deben morir y que no habrá 'Make America Great Again’ con infestación judía”. En varias publicaciones en redes sociales también tachaba a los judíos de “invasores” o de “culpables de la llegada de musulmanes”.
Bowers vivía a unos 25 minutos en coche al sur de la sinagoga en unos apartamentos de ladrillos de renta baja. Y tenía nada menos que 21 armas registradas a su nombre, en parte por su afición a la caza. Según la documentación policial, citada en el New York Times, tan solo contaba en su historial policial con una falta leve de tráfico fechada del año 2015. Para sus vecinos, era solo un camionero "solitario, discreto y distante", pero que nunca se había significado políticamente.
El agente especial del FBI, Bob Jones, ha pedido “paciencia” mientras se investiga esta matanza aunque las primeras informaciones publicadas en medios locales ya auguran para Bowers cadena perpetua después de perpetrar uno de los atentados más letales contra la comunidad judía en Estados Unidos.
