Descubren nuevos hallazgos sobre el hombre de Denísovo

Una investigación ha descubierto cuándo los denísovos, unos de los homininis (primates hominoideos) que son nuestros ancestros, habrían ocupado la zona que les dio el nombre, la cueva de Denisova, en Siberia.

Dos publicaciones en Nature señalan que los denísovos habrían habitado la cueva durante 300.000 años y hasta 50.000 años atrás, fecha en la que datan los restos más recientes. Esto no excluye que siguieran viviendo en otro lugar de Siberia antes de extinguirse.

El hallazgo fue posible gracias a un análisis exhaustivo de las capas de la cueva siberiana, donde se encontraron miles de artefactos hechos de piedra, ornamentos en mármol, hueso y dientes de animales, marfil de mamut y cáscara de huevo de avestruz. También había restos de animales y plantas que sirven como testigo de las condiciones medioambientales del pasado. Hasta 280.000 granos de los minerales se analizaron mediante datación por estimulación luminescente (OSL), que determina cuándo fue la última vez que estuvieron expuestos a luz solar o calor. De esta forma se pudo elaborar una cronología sólida del sitio arqueológico.

Las primeras noticias sobre estos ancestros llegaron en 2010, cuando se descifró su genoma gracias a los restos del fragmento de dedo de una niña que se encontró en la cueva Denisova de las montañas Altai, en el sur de Siberia, excavadas por primera vez en los años 80. A día de hoy, los únicos humanos que todavía cargan un ADN denísovo son los aborígenes australianos y de Nueva Guinea.

Este verano se descubría que aquella niña era hija de un padre denísovo y una madre neandertal, ya que convivieron juntos en aquella zona. Es más, se sabe que durante un período también los Homo Sapiens cohabitaron con los otros dos grupos.

Encuentran a la primera hija de padres de especies humanas distintas

“Casi los pillamos en el acto”

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/ 2018-08-23