Los hechos sucedieron en la madrugada del 1 de enero en la localidad costera de Miramar
5 hombres de entre 21 y 23 años han sido detenidos por la violación grupal a una joven de 14 años durante la Nochevieja en Miramar, una población costera de la provincia de Buenos Aires.
Los acusados, Lucas Leonel Pitman, Tomás Agustín Jaime, Juan Cruz Villalba, Mariano Manuel Díaz y Roberto Fabián Costa acudieron para pasar la fiesta de fin de año al camping El Durazno, lugar donde sucedieron los hechos. La joven agredida y su familia habían alquilado una casa en el mismo complejo y fue en la madrugada del día 1 cuando los padres de la chica (cuyo nombre permanece en el anonimato) se percataron de que su hija no estaba en la casa. Salieron a buscarla y se la encontraron en una tienda de campaña con los otros 5 acusados. La chica, de 14 años, les contó a sus padres que había sufrido una violación y estos llamaron a la policía. Los 5 hombres fueron detenidos e imputados por un delito de "abuso sexual agravado con acceso carnal".
Los acusados declararon ante el juez y en los próximos días también lo hará la joven a través de una cámara de Gesell para preservar su anonimato. “La joven está bien. Hay contención de todo el Ministerio Público para acompañarla a ella y a la familia”, indicó a la prensa la fiscal del caso, Florencia Salas. Tras la denuncia por agresión sexual, Salas ordenó preservar la escena, requisar aquellos elementos necesarios para el peritaje y trasladar a los detenidos para los reconocimientos médicos. Sin embargo, el jefe de policía de Miramar, Andrés Caballero, no preservó la escena ni trasladó a los acusados al momento por lo que fue apartado del caso. Por el momento, los sospechosos permanecen detenidos en el penal 44 de Batán tras prestar declaración.
Más allá de lo terrible del suceso, en Argentina se levantó una ola de indignación por el tratamiento mediático del caso que realizó el diario Clarín. En la crónica del suceso, el periódico argentino sugería en los primeros párrafos que la chica de 14 años no “debía estar allí, sino con sus padres”. Una vez más, la prensa ponía el foco de la culpa en la víctima y no en los agresores.
El diario se vio obligado a emitir una aclaración...
...que tampoco sonó muy convincente.