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Un grupo de científicos ha creado un mapa integral sobre el uso de drogas ilícitas a partir del análisis de los residuos humanos de 37 ciudades del mundo
29 Octubre 2019 15:59
Los ríos del mundo están cada vez más contaminados. Fármacos y drogas de toda índole bucean por sus aguas hasta el punto de que las bacterias se están haciendo resistentes a los antibióticos y algunas especies como las anguilas están desarrollando hiperactividad por culpa de la cocaína. Unas consecuencias terribles para el medio ambiente y, a su vez, una nueva forma de rastrear nuestros hábitos de consumo.
Gracias al análisis de las aguas residuales de 143 plantas de 120 ciudades de 37 países del mundo, un grupo de científicos ha sido capaz de construir un mapa integral sobre el uso de drogas ilícitas. El estudio, publicado en la revista Addiction, ha concluido que la cocaína está en aumento en Europa, que los Países Bajos tienen la mayor tasa de consumo de MDMA y que la metanfetamina es más frecuente en América del Norte y Australia, entre otras varias cosas.
Durante la última década, el rastreo de las aguas residuales se ha convertido en un método cada vez más popular para dibujar patrones en el mercado mundial de las drogas. Estudios anteriores se habían centrado en el consumo en ciudades seleccionadas o durante eventos públicos concretos, como el eclipse solar total de 2017, pero esta es la primera vez que el enfoque es totalmente internacional.
El equipo comenzó a tomar muestras de aguas residuales en ciudades europeas en 2011, y amplió la encuesta a Australia, Nueva Zelanda, Colombia, Martinica, Canadá, Israel, EE. UU. y Corea del Sud de 2014 a 2017. "Este es el estudio epidemiológico basado en aguas residuales más grande jamás realizado en términos de ciudades (120), países involucrados (37) y duración del monitoreo (2011–17)", explicó su codirectora Iria González-Mariño, profesora asistente de química en la Universidad de Salamanca.
Los científicos evitaron recolectar muestras durante los días festivos para evitar que el uso superior de drogas al promedio sesgara los resultados. Además, también tuvieron en cuenta que las drogas recetadas suelen dejar huellas químicas parecidas a las de sus variantes ilegales. De modo que, si las aguas residuales de Seattle sugirieron un uso especialmente elevado de metanfetamina, en realidad el resultado podría estar influenciado por los medicamentos usados para tratar trastornos de hiperactividad o déficit de atención.
Los resultados del estudio también mostraron que el uso general de drogas era más frecuente en ciudades como Amberes, Ámsterdam, Zúrich, Londres y Barcelona, mientras que las ciudades de Grecia, Portugal, Finlandia, Polonia y Suecia tenían las tasas más bajas.
Parece que la cocaína es más popular en Londres, Bristol, Ámsterdam, Zúrich, Ginebra y Amberes. Además de los Países Bajos, las tasas más altas de consumo de MDMA están en Helsinki, Oslo, Bruselas, Dortmund, Zagreb, Zurich, Ginebra y Barcelona. Y la anfetamina está en aumento en Barcelona, Ginebra, Berna, Zúrich, Dortmund y Berlín.
Los científicos también tomaron muestras de las aguas residuales para detectar signos de consumo de cannabis, pero el ingrediente psicoactivo de esta droga, el tetrahidrocannabinol (THC), fue más difícil de identificar porque se mezcla fácilmente con las partículas del agua. Sin embargo, no descartan ser capaces de incluirla en futuras investigaciones.
A grandes rasgos, los datos de este estudio se alinearon con los de otras mediciones. Pero lo realmente significativo es que esta metodología proporciona datos casi a tiempo real. De modo que los resultados pueden anticiparse a problemas médicos y sociales derivados del consumo de drogas ilícitas.
Aunque seguramente lo más interesante es que, en el futuro, este tipo de análisis podría extenderse al estudio de otros hábitos de consumo (drogas legales como el tabaco o el alcohol) o incluso a la investigación de la exposición humana a diferentes contaminantes (como los pesticidas o plastificantes).
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