El integrante de Pussy Riot presuntamente envenenado mejora en un hospital de Berlín

Pyotr Verzilov, miembro de Pussy Riot que saltó al campo del estadio Luzhnikí durante la final del Mundial de Fútbol, ha sido trasladado a un hospital de Berlín a causa de los síntomas del presunto envenenamiento que pudo sufrir la semana pasada. El activista habría perdido la vista, el oído y la capacidad de andar, pero su salud se mantiene estable desde que llegó a Alemania, según confirmaron dos de sus amigos el domingo.

Su esposa y miembro de Pussy Riot, Nadezhda Toloknnikova, contó para el periódico Bild que creía que su marido había sido envenenado. “Creo que fue envenenado intencionalmente, y ha sido un intento de intimidarlo o matarlo”, contaba Toloknnikova, cuyo nuevo libro, Riot Days, salió a la venta la semana pasada.

“Ya está mejor. Todo va bien”, contó también para Reuters otra miembro del colectivo, Veronika Nikulshina.

Verzilov, de 30 años y editor del medio anti-Kremlin Mediazona, viajó en transporte médico gracias a la ayuda de la asociación de derechos humanos Cinema for Peace. Su director, Jaka Bizilk, afirmó que Rusia se había mostrado cooperativa con el caso. La idea de trasladarle a Alemania surgió de un amigo de su padre que trabaja como médico en una clínica de Berlín.

Verzilov, fotografiado a su llegada a Berlín/Reuters

El hospital todavía no ha hecho ninguna declaración pública sobre el diagnóstico de Verzilov, que se prevé para hoy lunes.

Por su lado, el gobierno de Canadá ha declarado que está investigando la situación, ya que el activista posee la doble nacionalidad, canadiense y rusa. “Canadá está preocupado por la situación del ciudadano Pyotr Verzilov. Nuestros oficiales han estado en contacto con la familia del Sr. Verzilov, y están listas para proporcionar más asistencia consular”, dijo un portavoz del Ministerio de asuntos exteriores canadiense.