Trump había dado el visto bueno a la fabricación de estos artilugios imposibles de rastrear aunque de momento un juez ha bloqueado los planos que lo permiten
En el último momento, un juez federal de Seattle ha bloqueado la publicación de los manuales de impresión de armas de plástico en 3D. Iban a publicarse este miércoles dando la posibilidad a cualquier ciudadano estadounidense —de cualquier edad— de fabricar desde su casa armas que disparan de verdad con impresoras. Pistolas, rifles y hasta un fusil de asalto AR-15 que Trump había permitido después de un acuerdo entre su administración y la organización proarmas Defense Distributed.
Desde el 2013, esta organización, con sede en Texas, había sido bloqueada por el expresidente Obama ya que consideraba que la organización contaba con unos manuales potencialmente peligrosos. Estos manuales servían de instrucciones para imprimir un arma de este tipo, según revela el portal Techcrunch.
Ahora, y tras cinco años de batalla legal, Trump había dado luz verde para distribuir nuevamente las instrucciones de impresión a través de Internet. El acuerdo fue celebrado por las diversas asociaciones proarmas de Estados Unidos que ven con buenos ojos la incorporación de estas armas y relativizan los riesgos de las mismas.
En el otro lado, Jonathan Lowy, portavoz del Centro para Prevenir la Violencia de las Armas de Fuego, así como otras asociaciones de víctimas de armas de fuego, se mostraron alarmados por este acuerdo. Lowy resalta, citado en El Comercio, que estas armas son “imposibles de rastrear” e “indetectables”, ya que no tienen número de serie.
Lowy recalcó que es “muy peligroso y perturbador” permitir que cualquier persona descargue e imprima sus armas desde su casa, tanto si son terroristas, maltratadores o personas que sufren enfermedades mentales.
Tal y como revela este artículo de La Vanguardia, estas armas también pueden pasar por los controles de los aeropuertos sin ser detectadas. Por el momento, el bloqueo de la Justicia es una restricción temporal que volverá a contemplarse en una audiencia el 10 de agosto.
Trump, a pesar de que fue su propia administración la que autorizó la publicación de los manuales, tampoco ha acabado de entender la polémica. "Estoy viendo (el tema de) las armas de plástico 3D que se venden al público. Ya he hablado con la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), ¡no parece tener mucho sentido!", escribió en un tuit.