Los dos enemigos de la Guerra Fría se reúnen en Helsinki para darse la mano a pesar de sus desencuentros sobre Siria y la anexión de Crimea
Los dos enemigos de la Guerra Fría se verán hoy las caras en un encuentro que genera más expectación que expectativas. El presidente estadounidense, Donald Trump y, el presidente ruso, Vladimir Putin, celebran una cumbre bilateral en el Palacio Presidencial de Helsinki.
“El mundo quiere que nos llevemos bien”, ha dicho a los medios Trump antes de que los dos dirigentes se dieran la mano. “Tenemos el 90% de las armas nucleares”, ilustraba.
Los dos presidentes llegan a la cita con ganas de acercarse, por encima de todo. En su reciente viaje a Londres, lo que hizo Donald Trump fue cambiar los puestos en su lista de enemigos. Donde solía decir Rusia dijo Unión Europea.
“No lo pensarías de la UE, pero es un rival”, soltó Trump durante una entrevista al canal CBS, aunque aludía a los acuerdos comerciales. Luego se conoció que había aconsejado a la primera ministra británica, Theresa May, que denunciara a la UE en vez de negociar el Brexit.
Por su parte, el Kremlin aterriza en el cumbre con una imagen favorable después del Mundial de Fútbol. Superado el campeonato, con sus hinchas controlados, Putin puede celebrar la presentación exitosa que quiso dar del país: sin altercados, en orden, sin que en esos días se arremetiera contra la comunidad LGTBI.
Pero después de alzar las banderas blancas, ¿qué se puede esperar del encuentro EEU-Rusia?
1. ¿Reclamo de hackers rusos?
Este encuentro bilateral se produce días después de que el Departamento de Justicia acusara formalmente a 12 funcionarias de inteligencia rusos de piratear y robar correos electrónicos del Partido Demócrata como parte de una gran operación para ayudar a que resultara vencedor Donald Trump.
Antes de partir a Helsinki, Donald Trump afirmó que no “había pensado” pedirle a Putin que extradite a los 12 rusos acusados, algo que incendió a los demócratas, que pedían que cancelara el encuentro. “Podría”, dijo el presidente en alusión a preguntarle por los hackers. “No había pensado en eso. Pero ciertamente, lo preguntaré”.
2. No se extraditará a Snowden
Una cosa está clara: Rusia no entregará al exanalista de la CIA Edward Snowden, exiliado en el país desde hace cinco años después que sacara a la luz el espionaje electrónico de Estados Unidos. El Kremlin acalló los rumores de extradición y declaró que era “absolutamente inaceptable". “Este asunto está fuera de discusión", sentenció el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
3. La anexión de Crimea y la guerra en Siria
Son los dos territorios de debate minados.
EEUU no reconoce la anexión de Crimea. Como mucho, esta cumbre podría servir para que se liberaran presos ucranianos de las cárceles rusas como el cineasta Oleg Sentsov, en huelga de hambre desde el pasado mayo.
En Siria mantienen posiciones enfrentadas. Como informa El País, el pasado 7 de febrero militares de EEUU dañaron a tropas de Damasco apoyadas por Rusia. El Pentágono estimó que el ataque norteamericano provocó entre 200 y 300 muertos. Sin embargo, el Kremlin ha evitado pronunciarse. Hacerlo supondría hablar de cuestionada intervención en la guerra en la que expertos creen actúa a través de esos mercenarios.
4. Adiós a los acuerdos "tradicionales" de desarme
En 1987, EEUU y Rusia firmaron un pacto sobre la disminución de su número de misiles de medio y corto alcance. Desde entonces, los dos países se reprochan no cumplir con el acuerdo. Para la Casa Blanca, este tipo de pactos está desfasado por afectar solo a estos dos países. Lo que podrían plantear es algo más abstracto: aumentar el nivel de confianza para que todo se mantenga en paz entre los dos.