Lagartos de cuatro ojos vagaban por la Tierra hace 34 millones de años

Hace 49 millones de años empezaron a campar por Wyoming (EEUU) unos lagartos de cuatro ojos hasta que desaparecieron. Es la primera vez que los investigadores ven algo así. Mientras que ranas, peces o algunos tiburones conservan un ‘tercero ojo’ y las lampreas -un pez alargado tremendamente feo- cuatro ojos, en esta ocasión se han visto en un animal terrestre con mandíbula.

El antiguo lagarto pertenece a la especie extinta a Saniwa ensidens. Tenía dos ojos normales y dos en la parte superior de la cabeza. Los dos extra se formaron por los órganos pineales y parapineales.

Este cuatro ojos no veía por todos. Al igual que los animales que aún tienen un tercero, esos ‘ojos’ no parpadean. Sirven como estructuras sensibles que detectan la luz y podrían haberle servido al lagarto para orientarse geográficamente o para regular su ciclo biológico.

Al reptil le descubrieron los ojos gracias a exploraciones con rayos X. Un equipo de investigadores volvió a analizar los restos de este animal que se habían hallada en 1871 y desde entonces estaban conservados en museos.

"Solo sabemos que los ancestros de los principales grupos de vertebrados terrestres tenían un tercer ojo", señaló a Gizmodo Krister Smith, autor principal del estudio del Instituto de Investigación Senckenberg (Alemania). "Si queremos entender el curso de su evolución, entonces necesitamos saber cuándo el parapineal asumió su función actual, como en los lagartos".

Los dos agujeros en el cráneo del largarto habrían conectado con el cerebro y con la médula espinal. Estos ojos adicionales se habrían desarrollado igual que los convencionales. Además, poseían su retina y estaban rellenos de líquido.

Pero, ¿por qué los perdió? No se sabe pero esta especie en concreto se extinguió hace 34 millones de años.

De hecho, el mundo alberga especies muy diferentes decenas de millones de años atrás. Tiempo después a la extinción de los dinosaurios, incluso algunos mamíferos presentaban un tercero ojo que, por alguna razón, fue desapareciendo.