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Opinion Lo que no te contaron al empezar la universidad: serás pobre Now

Lo que no te contaron al empezar la universidad: serás pobre

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Imagen: Gades Photography
 

Lo que no te contaron al empezar la universidad: serás pobre

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Los datos de pobreza indican que somos la generación más universitaria y pobre de la historia

Fue bastante penoso el día en el que la hija de los amigos de mis padres anunció que no quería seguir estudiando. Lo dijo con bastante temple: No me gusta estudiar y además no soy buena en eso. Los padres pusieron el grito en el cielo. Yo los escuchaba mientras hacía deberes. Qué metódica y qué buena estudiante que es y qué bien habla tu hija, decían sus padres sobre mí. Seguro que todo le va de maravilla. Los amigos de mis padres elevaban el tono de voz cuando estábamos las dos juntas, de esa forma en la que hablan los adultos pensando que los pequeños no se dan ni cuenta. A ver si aprende. A ver si se le pega algo. A ver si es más como tu hija. Sería 2006. Resaltaron tanto mi caligrafía hasta el punto en que pensé que podría llegar a donde fuera sólo con mi letra. Entre las madres, se comparaban la calidad de los estudios. Nunca lo dijo en voz alta, delante de la otra chica, pero sospecho que mi madre también pensaba que estudiar era mucho mejor que no estudiar. Y que un título universitario, en fin, era un título, algo que ellos no tuvieron y que garantizaba eso que todos queríamos pero no decíamos: ser "mejores" que nuestros padres.

Nos lo creímos porque por algo se nos dijo hasta la saciedad que éramos la generación más formada de la historia y que, si todo continuaba así de bien, seríamos la hostia con un B2 de inglés. La universidad, más que una opción, era la puerta de entrada al futuro soñado. Luego, el futuro estaba lleno de powerpoints y cada año costaba más y luego lo de los másters. Pero bueno, era el futuro y como nunca habíamos estado en él, qué íbamos a decir.

Nunca lo dijo en voz alta pero sospecho que mi madre también pensaba que estudiar era mucho mejor que no estudiar.

El caso es que hoy es el día de la pobreza y pienso que lo que no se nos dijeron en ese momento era que íbamos a ser la generación más universitaria y la más pobre de la historia. Dice el informe de la EAPN que más de un millón de personas con título universitario está en riesgo de pobreza en España y la cifra ha aumentado en más de 300.000 desde 2008. No solo eso: los pobres son muchos más. En total, más de 10 millones de personas en España en riesgo de pobreza, unas 900.000 más que antes de la crisis. No se han recuperado los sueldos, los hogares están peor y ni siquiera tener un trabajo es sinónimo de dejar de ser pobre. De hecho, el 30% de las personas pobres en España tienen trabajo.

La desigualdad se ceba especialmente con las mujeres y los menores, y el futuro se presenta especialmente oscuro para los de mi generación.

Resulta que mi grupo, el de los millennials y de los postmillennials, el de los 16 a los 30 años, constituye uno de los más afectados y con mayor riesgo de pobreza, según apunta este mismo informe. Enfrentamos mayor índice de paro y mayor de precariedad. Otro informe de la OCDE alertaba recientemente de los riesgos de un futuro condicionado por la crisis, la brecha generacional y el envejecimiento de la población. Los mayores nos recriminan que nos preocupan temitas menores como decir, o no, "mariconez" y que nuestros referentes son youtubers y que nada bueno puede salir de una generación crecida a ritmo de perreo y canciones que, según ellos, son malísimas. Pero la única verdad aquí es que ni somos ni estúpidos ni bobos. Lo que somos es más pobres que vosotros, mucho más pobres que vosotros, y aún disponemos de pocos, demasiado pocos, espacios de poder. Somos el resultado de un sistema fallido que, bajo la ilusión de un progreso cuestionable, parece condenarnos a más precariedad y a más desigualdad social. Ahora a ver qué hacemos con todo este desaguisado.

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