Evaristo, un punk futbolero

"Una que tengo que contar, en Gijón", empieza Evaristo Páramos a hablar. Y ya se sabe que hay que escuchar. Probablemente nadie pueda contar casi cuarenta años de política en este Estado a través de anécdotas como él.

Un concierto de la Liga Comunista Revolucionaria trotskista con 2000 personas y 50 nazis de Ultra Boys, grupo ultra del Sporting de Gijón. Crestas con la bandera española -"nazi punks fuck off", decía Jello Biafra- y botellas de pacharán volando hacia el escenario. Una casi descalabra al batería Fernandito y La Polla se va. Los gritos de "Hijos de puta" procedentes del respetable rojo del concierto fueron para ellos, no para los nazis, claro.

No es la única ni la más estrecha relación con el fútbol de Evaristo, que este domingo fue retenido por insultos a la policía, convirtiéndose en la última víctima de la espiral represiva del poder en España. Es del Celta de Vigo porque nació en Tui, Pontevedra, pero pronto marchó a Euskadi, donde creció en el pueblo alavés de Agurain.

Registrado y escuchado millones de veces queda su famoso "Aupa el Celta" en mitad de la canción Gol en el campo del disco en directo. Por supuesto, es un aficionado crítico: "Justicia corrompida arbitra la contienda / patrón enloquecido despide libremente / y roban la pelota por la extrema derecha".

Con la camiseta del Celta puesta ha dado algún que otro concierto. En uno, de hecho, una seguidora subió al escenario e intentó quitársela como recuerdo. Habló del tema en esta entrevista en JotDown, donde también decía "Tengo cerebro, pero estás delante de la tele, le meten un gol al Celta y te jode, aunque debería darme igual. No entiendo por qué. Dices: bah, idos a la mierda, si te encuentro en un ascensor que se atasca, te voy a decir yo a ti lo que es un futbolista, ¿vale? Pero no, pasa alguna cosa ahí, una idiotez, y el que es futbolero, es horrible, se te queda. Gracias al deporte se les puede dirigir a muchos de golpe, y eso es muy goloso. Yo me tiré una temporada haciendo canciones para los hinchas del Alavés, que eran de izquierdas, para contrarrestar, y cantábamos canciones antifascistas en el fútbol. Les hice miles, son superfáciles, muy agradecidas: dices cuatro frases, cuatro insultos y ya está".

Es más, en su libro Por los hijos lo que sea (Txalaparta, 2002) menciona varias veces el fútbol. Algunos relatos están totalmente articulados por los ecos sociales de este deporte, como 'En el país del fútbol' o 'El señor hooligan pasao en campo contrario'.

La fama de Evaristo en Latinoamérica es enorme, y al vascogallego le hemos visto con camisetas del Palestino chileno y del Chacarita argentino.

A Evaristo, por boca de cientos de aficionados del Rayo se le puede escuchar también en Vallecas cada quince días. Txus fue uno de los primeros himnos de La Polla Records, contenida en su debut Salve, de 1984. Desde el fondo del estadio rayista se canta habitualmente una adaptación de sus coros.