Crece el cerco antifascista en el fútbol alemán: al mismo tiempo, el presidente del histórico Eintracht de Frankfurt anuncia que echará del club a los miembros de AfD
El fútbol es política a cada momento, en cualquier parte del mundo. Su relación con la organización de la sociedad y la justicia o injusticia social de cada una a veces parece embutida a la fuerza dentro de la etiqueta "deporte", pero otras veces es tan evidente que cabe preguntarse en qué tipo de realidad paralela vive quien sigue manteniendo que fútbol y política no se deben mezclar.
Dos de estas noticias llegan a la vez desde Alemania, el actual país campeón del mundo. En lo que no es tan especial Alemania es que es también un país en el que la ultraderecha ha pasado de la calle -de donde nunca se fue- a las instituciones. En septiembre pasado, Alternativa para Alemania (AfD) obtuvo casi un 13% que se tradujo en 94 diputados en el Bundestag, donde es nada menos que la tercera fuerza tras CDU y SPD.
Bien, pues ahora AfD ha anunciado la creación de su propio equipo de fútbol del parlamento alemán -que disputa amistosos desde 1961 pero en el que no hay ni una mujer-, pero la noticia tiene un matiz positivo. Esto será así porque los miembros del equipo ya existente han vetado la presencia de uno de los "compañeros" propuestos por AfD. La negativa del resto de parlamentarios es contra la inclusión Sebastian Münzenmaier, portavoz del partido racista en Renania-Palatinado, condenado el pasado año a seis meses de prisión por participar en enfrentamientos violentos entre hinchas del Mainz y el Kaiserslautern, su equipo. El capitán del equipo Marcus Weinberg, de la CDU, ha argumentado la medida diciendo que “es una cuestión de apertura al mundo, de juego limpio, de tolerancia”. Los otros tres candidatos propuestos por AfD para integrar el FC Bundestag sí han sido admitidos, pero la formación xenófoba ha aprovechado para hacerse la víctima y crear su equipo "alternativo", formado únicamente por diputados de extrema derecha.
No es la única noticia que une estos días a extrema derecha y fútbol en Alemania. El Eintracht de Frankfurt acaba de reelegir a su presidente, Peter Fischer, y ha anunciado que expulsará del club a todo aquel que a la vez sea miembro de AfD, en lo que constituye una medida pionera de antifascismo en un club de élite. "El club es políticamente neutral, pero solo en lo relativo a partidos que tengan valores compatibles con los nuestros", ha dicho Fischer en referencia a AfD. También quieren que cunda el ejemplo, aunque de momento solo ha habido movimientos en este sentido en el Hamburgo SV.
El Eintracht tiene dos ligas, cuatro copas y una UEFA. Ahora se ha propuesto ganar otro título más complicado incluso: la tolerancia cero contra los que promueven el odio a través del deporte más popular del mundo.