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Ha sido este un fin de semana turbulento en el mundo del fútbol, y no precisamente por lo que ha pasado en los partidos, sino alrededor.
En Italia, la jornada estuvo marcada por el homenaje a Davide Astori, el capitán de la Fiorentina fallecido el pasado domingo. Hubo tributo en todos los campos, pero donde se vivió más intensamente fue, lógicamente, en el Artemio Franchi de Florencia. Allí el sentimiento dentro del campo y en las gradas fue unánime, resumido en la frase Ciao Davide y en el cántico "solo hay un capitán" en recuerdo del defensa que portaba el brazalete viola. En el minuto 13 -el número que llevaba Astori- llegó posiblemente el momento más emotivo, cuando el partido se detuvo en mitad de un gran aplauso. Muchos no pudieron contener las lágrimas. La Fiore ganó 1-0 y Vitor Hugo dedicó el gol, por supuesto, a Astori.
En Hamburgo la situación del equipo es crítica. En su estadio, el HSV tiene un reloj histórico que amenaza con detenerse a final de esta temporada. Contabiliza, hasta con segundos, el tiempo que el equipo lleva en la Bundesliga, sin descender a 2ª, que es el 100% del que ha transcurrido desde que nació como tal la liga alemana, en 1963. Más de medio siglo. A falta de ocho partidos, el equipo hanseático está a siete puntos de la promoción, en puesto de descenso directo. Este sábado perdieron 6-0 contra el Bayern. El Hamburgo es un equipo histórico, con una Copa de Europa (1983), una Recopa (1977) y 6 Bundesligas. Parte de ese orgullo es el que se le está volviendo en contra al club del norte de Alemania: este fin de semana algunos han puesto, a modo de amenaza, varias cruces de cementerio a las afueras del estadio del Hamburgo, con la pancarta: "el tiempo se acaba, os vamos a coger".
El otro punto caliente estuvo en el norte de Francia, en Lille. Justo al acabar el partido entre el equipo local y el Montpellier, con empate a un gol, aproximadamente un centenar de aficionados del Lille entraron al césped y algunos de ellos golpearon a sus propios jugadores. La dinámica del Lille este año no es precisamente buena, es penúltimo y faltan nueve jornadas aún, pero hay muchos nervios en la ciudad. La temporada ha estado marcada por la denuncia de Marcelo Bielsa contra el club, demandando 18 millones de euros a la entidad, aunque finalmente el juez lo ha desestimado.
En la NBA, los Warriors siguen en problemas. Con Curry e Iguodala lesionados, anoche cayeron en el Target Center contra los Timberwolves por -109-103-.
Este es el segundo partido seguido que pierden los actuales campeones, que se alejan cada vez más de los Houston Rockets de James Harden. Por su parte, Derrick Rose, hizo su debut con los Wolves pasando desapercibido: 2 puntos y 2 asistencias en 7 minutos.
En la ACB, el Barça arrolló al Real Madrid en el quinto Clásico de la temporada -94-72-. Con 21 puntos de Heurtel y 17 de Oriola, los azulgranas rebajaron a cuatro las victorias de distancia del conjunto de Laso al frente de la clasificación de la Liga Endesa.
Los azulgranas suman su quinta victoria consecutiva en liga desde la llegada de Pesic al banquillo, pero esta es especial. Hasta cinco hombres obtuvieron dobles figuras para vengarse de la paliza que recibieron a manos de los merengues en su último duelo en Euroliga.
Irlanda ha puesto fin al dominio de Inglaterra en el rugby europeo. El XV del Trébol se ha asegurado el Seis Naciones con su triunfo ante Escocia -28-8-, evitando que los ingleses se lleven su tercer torneo consecutivo.
Además, el patinaje ruso ha encumbrado a una nueva estrella. Alexandra Trusova, de 13 años, se ha convertido en la primera patinadora que ejecuta dos cuádruples en un ejercicio -firmó un cuádruple salchow y un cuádruple toe loop durante el Mundial júnior, celebrado en Sofía-.
La ejecución de estos dos saltos en el programa libre la catapultaron hasta la medalla de oro. Sólo una mujer había logrado el cuádruple, la japonesa Miki Ando, con un salchow en la final del Gran Prix Júnior de 2002.
Por último, en el ciclismo el español Marc Soler ha ganado la clásica París-Niza. Este corredor de Movistar ha considerado "un sueño" su primer triunfo a los 24 años en una prueba del World Tour, un éxito que no se podía creer en la meta de Niza.
"Todavía no me lo puedo creer. Personalmente no me lo esperaba, sobre todo después de haber perdido tiempo ayer. Pero ya habíamos planeado con el equipo, con los directores y los compañeros, intentarlo atacando de lejos", dijo tras acabar la última etapa.
¿Un nuevo gran aspirante para las grandes competiciones?
