El gobierno ucraniano gana un pulso contra el gigante ruso... y patrocinador oficial de la Champions. Esto es todo lo que hay detrás
Puede parecer menor, pero la noticia de que no vaya a haber anuncios de Gazprom en la fan zone de la final de Champions no es inocente. Lo primero que hay que decir es que Gazprom es socio oficial de la UEFA y uno de los principales patrocinadores de la Champions League.
Según Kiev Post, en la zona recreativa de Khreschastyk destinada para los aficionados -y que funcionará del 24 al 27 de mayo- no habrá distintivos del gigante petrolífero ruso. El medio Interfax cita a fuentes municipales de la capital ucraniana como transmisores de una idea a la UEFA: "claramente dijimos que no podía haber ninguna aparición de Gazprom, fue aceptado y quedó constancia de que esto no ocurriría. Sobre pequeños logos, se está negociando.
La empresa Gazprom, medio millón de empleados, fundada en 1989 y controlada por el estado ruso, ha sido una de las protagonistas principales del conflicto político entre este y las autoridades ucranianas.
Ya en 2005 comenzaron las disputas entre ambos países a cuenta del suministro.
Hace apenas dos meses, Kiev acusaba a Moscú de obligarle a cerrar escuelas -para evitar una crisis energética- ante la cancelación de los contratos con la compañía ucraniana Naftgoaz por parte de Gazprom. La compañía rusa acusa a Ucrania de quedarse con gas que corre por sus gasoductos pero cuyo destino es otras zonas de Europa. En 2009, Rusia ya cortó el suministro hacia Ucrania por impago. A su vez, Ucrania ha intentado comprar el gas ruso a través de terceros para intentar evitar una dependencia económica más que problemática desde la guerra del Donbass -sin cerrar desde 2014-. Durante el conflicto, el suministro a las autoproclamadas repúblicas prorrusas de Lugansk y Donetsk se convirtió en un tira y afloja entre Gazprom y Naftgoaz que hizo popular la expresión "guerra del gas".
Por su parte, la empresa ha renovado con la UEFA hace solo unos meses su contrato: será partner hasta 2020. Gazprom y el máximo organismo del fútbol europeo son socios desde 2012. No es la única incursión de la empresa gasística en el fútbol: conocidos son sus patrocinios de clubes de primer nivel como el Zenit de San Petersburgo, el Schalke 04 alemán o el Chelsea británico. En 2005, el magnate dueño de este último club, Roman Abramovich, vendió su empresa petrolera -Sibneft- a Gazprom por 11.000 millones de euros.
La de Gazprom no será la única ausencia a instancias del gobierno ucraniano. Según el diario Izvestia y tal como se hace eco hoy As, periodistas rusos que cubrieron el mencionado conflicto del sur de Ucrania no podrán acceder a la final de Kiev. “Violaron la legislación ucrania y no importa que ahora tengan una acreditación para un evento deportivo”, recoge de fuentes oficiales Izvestia.
No es la única ni será la última vez que el fútbol es la excusa para un roce político de todo menos cariñoso entre las dos repúblicas exsoviéticas. Hace solo unos días el ministro de Exteriores ucraniano desaconsejaba a sus compatriotas ir al mundial de Rusia porque "habrá provocaciones". El Kremlin contestó, en ucraniano, animando a sus vecinos a "no escuchar tonterías".