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Artículo Un enfermo de la fama que bebía 10 cervezas y 5 martinis al día Sports

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Un enfermo de la fama que bebía 10 cervezas y 5 martinis al día

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La leyenda del wrestling Ric Flair confiesa que tuvo problemas con el alcohol, la fidelidad y la paternidad

Omar Naboulsi

15 Noviembre 2017 12:36

Ric Flair lleva varios años algo alejado del foco mediático, aunque el gran público no le olvida. Quizá no tenga su nombre grabado a fuego, pero su rostro le viene a la mente cuando escuchan el "Wooooo" que gritaba cada vez que subía al ring, aquel que se hizo mundialmente famoso en sus enfrentamientos contra Hulk Hogan en los 80.

Este luchador llegó a obsesionarse tanto por ser el mejor de todos los tiempos que se apartó de su familia durante décadas.

Tras sobrevivir a un coma inducido en agosto por culpa de una obstrucción intestinal, la serie de "30 for 30" de ESPN le ha dedicado un documental a su figura. En "Nature Boy" -ese era su mote- , se relatan los momentos álgidos y los bajones de la trayectoria del único luchador que ha entrado dos veces en el Hall of Fame del wrestling.

Flair se casó con 4 mujeres, aunque acabó separándose de ellas por sus propias infidelidades y el alcohol. Actualmente está prometido con la también wrestler Wendy Barlow.

"Desde que salgo con Wendy le he sido absolutamente fiel. Solo amo a una mujer ahora y es ella", explica en el documental.

El 16 veces campeón mundial reconoce que la fama que acompañaba a su personaje rudo, mujeriego y rico acabó convirtiéndose en una enfermedad que le consumió. "Cuando me muera es fácil decir que quiero ser recordado como el mejor padre, pero no lo fui. Tampoco el mejor esposo. Así que me tengo que conformar con que me recuerden como uno de los mejores luchadores del deporte y del entrenemiento de todos los tiempos".

En la pieza, Flair recuerda que estuvo a punto de morir en 1975, cuando sobrevivió a un accidente aéreo que le fracturó tres vértebras en la espalda. Poco después de aquello visitó a un psicólogo que alucinó cuando el wrestler le contó que se bebía todos los días más de 10 cervezas y 5 martinis.

Durante aquellos días de descontrol no estaba nunca en casa y se pasaba las noches de garito en garito. Según dice él mismo, se acostó 10.000 mujeres.

"Cuando lo hacía, me importaba un bledo... Tengo que ser el primero en admitir que fui egoísta", reconoce.

Una de esas mujeres habría sido Halle Berry. Hace cosa de año y medio, Flair dijo en una entrevista que "se montó en mi Space Mountain -montaña rusa-", aunque varias fuentes cercanas a la actriz de Hollywood lo negaron.

A pesar de su desorden vital fuera del cuadrilátero, dentro de él es una de las figuras más respetadas. A sus 68 años le siguen siendo invitando a los shows de la WWE. Desde la compañía saben que gracias a su esfuerzo por mejorar el espectáculo en la lucha y su convicción en crearse un personaje con un carácter tan peculiar revolucionó la escena del wrestling americano.

"A mí me decían que cambié el negocio pero en realidad no fui yo, fue él. Lo hizo durante muchos años, antes que yo", afirma el mismísimo Hulk Hogan en Nature Boy.

Sin lugar a dudas, el momento más dramático del documental llega cuando Flair rememora la muerte de su hijo Reid con 25 años por una sobredosis de heroína y medicamentos. Fue el propio Ric Flair el que encontró su cuerpo sin vida en la suite de un hotel de Charlotte.

"Lamento el hecho de que a veces fui su mejor amigo en vez de su padre".

A día de hoy lleva una vida mucho más tranquila envejeciendo al lado de su mujer y ejerciendo de manager de su hija Ashley, que acaba de ganar el cinturón femenino de SmackDown.

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