Una cobra contra el asco

Esta vez ha sido contra Júlia Guimarães, periodista brasileña de Globo. Mientras hacía un directo antes del Senegal-Japón en Ekaterimburgo, un hombre se le acercó y trató de darle un beso contra su voluntad...

“No trates nunca de hacer eso a una mujer, ¡respeta!”, fue la frase.

"Es la segunda vez que me pasa aquí en Rusia -ha dicho Guimarães en Globoesporte-. Nunca me pasó en Brasil, pero que quede claro que es por suerte, porque eso pasa mucho en Brasil, ya lo vimos varias veces con otras colegas. Estoy viviendo mucho eso aquí en Rusia, desde miradas agresivas a cánticos en ruso, que obviamente no entiendo pero escucho. Es la segunda vez que me pasa algo físico, que alguien me intenta besar. La primera vez fue antes del partido Egipto-Uruguay, creo que era un ruso. Esta vez sé con certeza que era un ruso. Es horrible. Me siento indefensa, vulnerable. Esta vez respondí, pero es triste, las personas parecen no entender. Me gustaría saber por qué la persona cree que tiene derecho a hacer eso".

El caso se parece a la situación que tuvo que sufrir la periodista colombiana Julieth González Therán de Deutsche Welle en español cuando haciendo un directo se le acercó un hombre que le plantó -obviamente sin ningún tipo de consentimiento por parte de la periodista- un beso.

¡RESPETO! No merecemos este trato. Somos igualmente valiosas y profesionales. Comparto la alegría del fútbol, pero debemos identificar los límites del afecto y el acoso.

Una publicación compartida de Julieth Therán (@juliethgonzaleztheran) el 15 Jun, 2018 a las 8:20 PDT

También al de los aficionados de Brasil que acosaron a una mujer rusa mientras cantaban -y le hacían cantar- canciones misóginas cuyo contenido ella no entendía.

O al del machista colombiano que vejó de esta manera a dos aficionadas de Japón, valiéndose también de su desconocimiento del español.

Y por supuesto al clamoroso caso del argentino que, como dicen en su país, "se hizo el vivo" para humillar de esta asqueros manera a una chica rusa... de 15 años. Las autoridades ya le impidieron entrar en cualquier estadio y el gobierno argentino ha pedido su extradición.