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Artículo Se arma y reta a los guardias de una prisión inglesa Virales

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Se arma y reta a los guardias de una prisión inglesa

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Hicieron falta cinco carceleros para reducir al recluso violento

Rocio Barquilla

10 Enero 2018 21:46

Reece Baylis fue condenado a tres años y 4 meses de prisión por robo y otros delitos menores. Acabó en la prisión de HRM Humber, en la región de Yorkshire del Este, Inglaterra. Tras pasar 42 horas sin salir de su celda, decidió realizar una acción de protesta un tanto peculiar: armarse y provocar a sus carceleros.

Por un lado una pata de una mesa envuelta en un cinturón "a modo de porra". Por otro, unos botes de gel de ducha rellenos de chile en polvo y agua muy caliente.

En el vídeo, una joya gráfica, se observa con claridad como Reece salta sobre la malla de seguridad y se hace una especie de cama con almohada y todo ¿a modo de trinchera? También va cargado con una papelera donde guarda varios rollos de papel higiénico y sus armas caseras. Antes de eso ha activado la alarma contra incendios para alertar a los guardias, que rápidamente acuden a la escena.

Comienza el espectáculo: mientras Reece está distraído un guardia le arrebata la papelera y salta sobre la malla. Sin embargo, Reece lo recibe a golpes con su "porra". En ese momento un segundo guardia acude en auxilio, abalanzándose sobre el preso. Como no son suficientes para inmovilizar a Reece, un tercer guardia salta la barandilla y se une a la faena. Le sigue un cuarto. Medio minuto más tarde, es necesario que acuda un quinto carcelero. Los cinco guardias presentan dificultades para reducir a Reece y tardan casi cuatro minutos en conseguirlo.

Los demás guardias de seguridad encierran al resto de presos en sus celdas y se reúnen en la barandilla para contemplar la escena. Sólo les hace falta unas palomitas.

El resultado: el primer guardia de la prisión de baja durante un mes tras ser apaleado con la "porra", dos compañeros con escozor en los ojos al ser rociados con el espray picante, y un destrozo por valor de más de 100 libras causado al activar la alarma contra incendios. Además de un entretenido espectáculo en un aburrido día de prisión. ¿Quién da más?

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