Cada mañana, 8 millones de personas se pelean para poder llegar al trabajo a tiempo. Algunos se juegan, literalmente, la vida
Un día normal de trabajo en Bombay. Prem Tiwari, ingeniero de software de 29 años de edad, intenta coger el tren que le lleva a su trabajo. Lleva haciendo ese mismo trayecto 15 años. Sin embargo, ese día es incapaz de montarse en el tren y decide grabar un vídeo para mostrar lo que es su pesadilla diaria.
Lal multitud que se agolpa en el vídeo no es algo excepcional. En los trenes de Bombay se montan al rededor de 8 millones de personas al día. Sí, 8 millones. Al día.
Muchos turistas saben de las aglomeraciones que se forman y tienen cuidado de no coger el tren en hora punta. Sin embargo, gente como Prem no tiene otra elección. Él se pasa cerca de cinco horas cada día embutido en estos trenes. Cinco horas que se suelen tornar en un auténtico sufrimiento. "Está tan lleno que la gente me oprime el estómago y el pecho... a veces me es difícil respirar", dice.
La capacidad oficial de uno de estos trenes es de 1.700 personas. Sin embargo, cada tren suele cargar con cerca de 4.500 personas por trayecto durante la hora punta.
Prem y otros lugareños han acabado desarrollando varias tácticas para poder subirse al tren de manera más eficiente. Por ejemplo, Prem normalmente coge el tren en dirección contraria —menos congestionada— hasta la última estación para seguidamente coger el tren en la dirección correcta. "La aglomeración de gente es menor allí, al menos puedo encontrar un sitio donde estar de pie".
Otras tácticas son mucho más peligrosas. Algunos se cuelgan directamente de las puertas, o de otros que cuelgan de las puertas. Viajen fuera del tren. También hay gente que corre de manera paralela al tren y se sube de un salto con el tren en marcha. Esta persecución a alta velocidad es extremadamente peligrosa ya que existe la posibilidad de chocar contra los postes eléctricos. Ninguna broma: más de 3.000 personas mueren al año en Bombay tratando de coger el tren para ir a trabajar.