A muchos habitantes de Arizona esta increíble tormenta de polvo les recordó una escena de la película La momia (1999), esa en la que una tormenta de arena con malas intenciones ataca en pleno desierto con ansias de destrucción. Así lo comentaron en redes sociales cuando el fenómeno natural los impactó a comienzos de agosto.
Vientos de 70 mph movilizaron una gran masa arenosa de más de varios kilómetros de altura que se expandió en un radio de 70 millas en ese árido estado norteamericano. Y, por supuesto, los habitantes no perdieron la oportunidad de captar con sus móviles y sus cámaras fotográficas todo lo que iba sucediendo en tiempo real.
El meteorólogo del National Weather Service, Larry Hopper, dijo a USA Today que esta ha sido la tormenta de polvo más grande del año en EEUU. No solo pintó de blanco todo lo que tocó; su fuerza derribó árboles, dañó algunas viviendas, retrasó vuelos en el Aeropuerto Internacional Phoenix Sky Harbor por los problemas de visibilidad y llegó a afectar el servicio de Metro. Afortunadamente, no se reportaron daños personales.
La institución gubernamental publicó una advertencia con antelación para que los ciudadanos estuvieran alerta y tomaran medidas de seguridad porque se esperaba cero visibilidad, lo que conllevaría a accidentes de tránsito y, por ende, mayor caos. No son detalles que se puedan dejar al sentido común. Ya sabemos por qué...
Lo más aconsejable y prudente es no salir de casa y mucho menos conducir, pero si por algún motivo la tormenta pilla frente al volante, lo mejor es parar. En estos casos, el Arizona Department of Transportation recomienda detener el vehículo hacia un lado de la vía y esperar a que pase la nube. A los peatones se recomienda resguardarse y en ningún momento salir en dirección a la masa de polvo.
A pesar de su descomunal tamaño, esta no ha sido la tormenta de polvo más grave en la historia de Arizona. Ese ranking lo encabeza la ocurrida el 5 de julio de 2011. Arizona es un estado desértico con temperaturas muy calientes y este tipo de eventos son comunes, pero dice Hopper que empeoran de acuerdo a la velocidad de los vientos que las movilizan.
A esta "wall of dust", o pared de polvo en español, que no es más que una tormenta de arena, también se le conoce como "haboob" y ocurre en todas partes del mundo donde la tierra sea lo suficientemente árida. Se origina en los desiertos cuando se acumula el aire seco entre el suelo y las nubes. En esta oportunidad, fuera de los inconvenientes, dejó fotografías en Internet dignas de una "distopía".
