La diputada de Partido Popular intento hacer suyo el discurso del ex-Pxxr Gvng, y la respuesta de este la dejó, literalmente, sin palabras
Yung Beef está de promoción: la semana pasada se publicó A.D.R.O.M.I.C.F.M.S. 4, su nueva mixtape, y el ex-Pxxr Gvng ya ha comenzado la ronda de entrevistas.
En la que concedió a El Mundo, el artista decía lo siguiente sobre su traslado a Madrid: “En Barcelona están matando la escena underground. Intenté montar fiestas y movidas, y me sentí más rechazado que apoyado. Los que mueven el dinero quieren una escena sin riesgo, pensada para los guiris. En Madrid hay más cultura de club y tengo 20 salas donde puedo hacer cosas”.
Pese a que Beef hacía referencia, presumiblemente, al modelo de negocio implantado por discotecas barcelonesas como Razzmatazz y Apolo, sus palabras fueron recogidas por la diputada del Partido Popular Andrea Levy. La popular, utilizó el discurso del cantante para hacer proselitismo.
El comentario de Levy, que utilizaba las palabras de Yung Beef como acicate contra un modelo de ciudad que considera poco “cosmopolita” –¿Culpa de Ada Colau? ¿De los independentistas?–, fue recibido con sorna en Twitter.
McEnroe la respondió contraatacando con una imagen de Coco de Barrio Sésamo, que en lenguaje universal significa gracias-por-tu-explicación. Al mensaje del tweet-star, la popular contestaba con un “aquí somos de Yung Beef”.
El momento mágico llegó cuando el propio Fernandito, sintiéndose apelado, irrumpió en el intercambio de tuits. La respuesta que dedicaría a la derechista la desarmaría por completo, poniendo punto y final a la conversación.
A estas alturas, llevar a juicio las formas de Yung Beef es como pedirle a Los Mercenarios III que pase el test de Bechdel. Es indefendible, pero lo son aun más las políticas neoliberables y represoras promovidas por el partido político al que pertenece Levy.
La particularidad de la respuesta es, sobre todo, que no tiene precedente: Andrea Levy, tanto en sus redes sociales como en diversas entrevistas, se ha forjado una imagen de “política de derechas amante del indie”, a la que gustaba el name-dropping de grupos locales cuyos integrantes rara vez han querido marcar distancias con ella.
Yung Beef ha sido el primero en pararle los pies y, pese a sus modos, y por todos aquellos que sufren las políticas y los recortes del Partido Popular, eso le honra.