"Odio al personaje de Mini Yo. Era un compendio de estereotipos asociados a la gente con enanismo. Estaba hipersexualizado, era estúpido, era agresivo”.
El pasado domingo nos dejaba Verne Troyer, un actor de estatura reducida que se hizo mundialmente famoso por interpretar a Mini Yo en la saga Austin Powers. ¿Ayudó Troyer a visibilizar y normalizar cuerpos distintos en pantalla? ¿O, simplemente, se estaba dejando humillar a cambio de dinero? Eugene Grant, en una columna para The Guardian, apuesta todo a la segunda de las opciones.
“Tengo enanismo”, comienza su pieza. “Tenía trece años cuando Verne Troyer saltó a la pantalla grande como Mini Yo en la secuela de Austin Powers: La espía que me achuchó. El personaje era un compendio de estereotipos asociados a la gente con enanismo. Estaba hipersexualizado, era estúpido, era agresivo”, describe Grant, que compara el modo en que utilizaron a Troyer al trato que se daba a las personas con enanismo en circos, palacios y arenas romanas.
"Odio al personaje de Mini Yo".
Eugene critica cómo la violencia contra Troyer era uno de los motores cómicos de la película. “Me pregunto qué pasaría si los que se rieron viendo escenas en las que se patea a Verne supieran que alrededor de un 12% de personas con enanismo, incluido este autor, han experimentado violencia física por tener el cuerpo que tienen”, certifica el columnista. “Si hablamos de insultos y abuso verbal, la cifra aumenta hasta el 80%”.
“La espía que me achuchó”, continúa Grant, “causó un gran daño a nuestras luchas, no ya para conseguir representaciones positivas en el cine, sino simplemente para obtener equidad y respeto. La película tiene más de veinte años, y tanto yo como otra gente de mi comunidad, seguimos encontrándonos con desconocidos que nos gritan '¡Mini Yo!' en cualquier tipo contexto”, denuncia Eugene desde The Guardian.
Puesto que el comunicado que sucedió a la muerte de Troyer, de 49 años, sugería que la “depresión y el suicidio” podían haber operado en su prematura muerte, Grant aprovecha para hablar de estos dos problemas endémicos en su comunidad. “Más de un tercio de nosotros experimentamos problemas de salud mental. La soledad y el aislamiento son muy frecuentes. A lo largo de los años, ha habido suicidios de actores con enanismo, como David Rappaport o Hervé Villechaize”.
“Me conmovió conocer la muerte de Verner Troyer, y tener constancia de todo por lo que había pasado”, continúa la columna. “No deberíamos utilizar la muerte de un miembro de nuestra comunidad para iniciar una conversación sincera y significativa sobre el prejuicio y la discriminación que muchos enanos sufrimos en nuestro día a día”, termina Eugene Grant.
“Pero es una discusión que realmente deberíamos tener”.