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Artículo Diversidad como bandera: las mejores pelis de 2018 según PlayGround Culture

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Diversidad como bandera: las mejores pelis de 2018 según PlayGround

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Ocupando lo alto del podio, ‘Spider-Man: Un nuevo universo’

V.P.

13 Diciembre 2018 12:50

Si 2018 debe ser reivindicado por algo en lo cinematográfico, ese algo es la capacidad que han tenido sus títulos clave para subvertir los códigos de los que partían. Películas de superhéroes como nunca antes has visto. Películas de rape-and-revenge como nunca antes has visto. Películas de romances imposibles como nunca antes has visto. ¿Películas de terror como nunca antes has visto? Aún temblamos, al recordar Hereditary.

La diversidad racial y sexual ha saltado al mainstream con taquillazos como Black Panther y clásicos instantáneos como Call Me By Your Name, mientras el movimiento #MeToo encontró su mejor expresión con Tres anuncios en las afueras. El cine, en 2018, ya no sólo ha conquistado por su pericia narrativa: también lo ha hecho ocupando espacios destinados, no hace tanto, a voces y miradas normativizadas.

1. Spider-Man: Un nuevo universo

Spider-Man: Un nuevo universo abre frentes de libertad, no desde los márgenes, sino desde un espacio icónico popularmente normativo y mainstream (...). El avasallamiento posmoderno del filme es tal si miras al fondo, pero también en lo que se refiere a su forma. Con un turmix de licencias visuales importadas del cómic, del glitch art, del anime más sugestivo, el octanaje de su animación tiene una contundencia acumulativa. Incluso en sus respiros, Spider-Man: Un nuevo universo ofrece hallazgos abrumadores y pioneros. Treinta años después del estreno de Akira, sientes que todo está otra vez a punto de E.X.P.L.O.T.A.R.”. (Víctor Parkas)

2. Hereditary

“Si La Matanza de Texas revisó al redneck a través de un núcleo familiar, en el mejor de los casos, disfuncional, Hereditary toma la familia liberal de clase media, era Trump, para crear su propia alineación de monstruos contemporáneos. Las maquetas en miniatura de Annie Graham (Toni Collette) provocan, a un nivel visceral, la misma turbación que los muebles hechos con huesos humanos en las zonas comunes de la familia Sawyer: las dos construcciones tienen un poso confesional, hablan de horrores pasados, están salpicados de sangre cuya falsedad no tranquiliza”. (Víctor Parkas)

3. Call Me By Your Name

Call Me By Your Name es un eclipse total entre dos titanes. Tras los créditos iniciales nos damos cuenta en seguida de que estamos desarmados ante la combustión de emociones que vamos a experimentar con Elio y Oliver. 'Lo recuerdo todo', confiesa Oliver. Por como hace hervir la sangre, la suya es una de esas historias de amor imposibles de olvidar (...). No me cabe ninguna duda de que Call Me By Your Name marcará a toda una generación y se convertirá en un referente. Salí de la sala de cine excitado, pero sollozando a la vez. La película se quedó conmigo varias horas, varias tardes y seguramente se quedará dentro de mí semanas, meses o incluso años”. (Rubén Serrano)

4. Infiltrado en el KKKlan

Infiltrado en el KKKlan nos presenta a Ron Stallworth (John David Washington), el que fuera primer policía afroamericano de Colorado. Trazando paralelismos entre la repuntada del supremacismo blanco durante la Guerra de Vietnam y la floración de grupúsculos neonazis contemporáneos al mandato Trump, la última película de Spike Lee se inscribe en esa extensa parte de su filmografía que retrata la cara-B de la historia reciente de Estados Unidos. Como ya hiciera en Malcom X, como ya hiciera en La marcha de un millón de hombres, Lee se ha vuelto a poner al servicio de la comunidad afrodescendiente de USA en calidad de cronista audiovisual”. (Víctor Parkas)

5. Tres anuncios en las afueras

Tres Anuncios en las Afueras orea toda la naftalina del drama made in Hollywood: tiene personajes cancerosos a los que les quedan meses de vida, notas de suicidio de las que causan escozor corneal y discusiones escandalosas en cocinas familiares; en frente y contra todo ello, a Mildred (Frances McDormand). Mildred Me-da-igual-que-te-estés-muriendo. Mildred Me-da-igual-que-no-haya-sospechosos. Mildred Sacad-muestras-de-sangre-a-todos-los-hombres-del-país. Haced lo que queráis, pero encontradlo: encontrad al cabrón que violó y asesinó a mi pequeña”. (Víctor Parkas)

6. Lady Bird

“Todos hemos querido rebelarnos ante nuestros padres en la adolescencia. Todos hemos creído a ciencia cierta que algo mejor nos estaba esperando lejos del hogar en el que crecimos. Todos hemos intentado transformar nuestra identidad para alcanzar nuestras metas. Todos hemos actuado alguna vez de esta forma ignorando las consecuencias que podríamos detonar. Y Lady Bird (Saoirse Ronan) también (...). Lady Bird somos todos nosotros con 17 o 18 años asfixiados en nuestros pueblos y soñando con tener una carrera profesional en la gran ciudad”. (Rubén Serrano)

7. El hilo invisible

El Hilo Invisible arranca como lo hace un coche de caballos: la cadencia es señorial, su mecanismo vetusto y, algo en tu interior te lo dice, la pareja que lo ocupa no está allí de forma consensuada. Según avanza –la película, el carruaje– se adentrará, derrapando y levantado barro, en terreno urbano: Paul Thomas Anderson, en su octavo film, reflexiona sobre los roles de género dentro y fuera del proceso creativo, sobre la falsa concepción de las musas como figuras pasivas, y sobre el apocalipsis de toda aquella narrativa situada a espaldas de la herstoria”. (Víctor Parkas)

8. Black Panther

"Black Panther abruma como solo lo hacen las productos pioneros; el film lo es tanto como lo fue Alien en 1979 o Matrix en 1999; su pintura huele, de forma intensa, a nuevo. Si proyectar su importancia dentro del cine de género es aparentemente sencillo, no lo es tanto imaginar el impacto que la película supondrá para toda una generación de niñas y niños racializados que, por primera vez, se verán consumiendo un blockbuster superheroico desde una óptica aspiracional (...). Black Panther es la mejor fiesta del año, sí. Pero ésta vez, ojalá siente cátedra, los blancos asistimos en calidad de acompañante". (Víctor Parkas)

9. Isla de perros

“Así que, ¿apropiación cultural? Desde luego: la misma que Yakuza de Sidney Pollack y la misma que Kill Bill de Quentin Tarantino. Wes Anderson, con derecho o no a hacerlo, está regurgitando un cine que ama y reverencia. En Isla de perros hay recovecos del chambara clásico, de Kurosawa, de Los 7 Samuráis, pero también del Zatoichi de Takeshi Kitano. Su tono está perfectamente calculado para resultar demasiado naïf al cenizo, y demasiado pasado de vueltas al infante; igual de Zebraman, The Great Yokai War o JoJo's Bizarre Adventure, esas psicotronías para todos los públicos del hiperbólico Takashi Miike”. (Víctor Parkas)

10. Cold War

“Aunque todo el mundo esté hablando de Ha nacido una estrella, Cold War será sin duda el mejor drama musical del año (...). Cada plano es de una belleza insólita: el juego de luces, el blanco y negro, la puesta en escena... todo. La mezcla perfecta entre Ingmar Bergman y la nouvelle vague (...). Es una de las mejores aproximaciones cinematográficas a la Guerra Fría. La película nos presenta la fricción entre el mundo capitalista y el mundo comunista desde una perspectiva cultural: nos muestra las transformaciones artísticas ocurridas en Francia, Alemania, Polonia y la antigua Yugoslavia en los años 50 y 60”. (Eudald Espluga)

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