Señora ladrona vs chino de la tienda que no habla muy bien español pero que le gusta que le chuleen. ¿Cómo terminará?
Ayer parecía un día más en Twitter, con sus salseos y moviditas de rigor, pero sin nada excepcional. Utilizando metáforas del papeo (que son siempre las mejores), ayer pintaba a ser un día de “comer de tupper en el curro” y, de pronto, a las ocho y veinte de la tarde se transformó sin previo aviso en una de pizza, piña colada y un postre con nombre francés de los que dices con la boca chica en el restaurante para no quedar como una ignoranta.
Esta party-cena-tuitera inesperada nos la sirvió Andrea, aKa @MenendezFaya, que compartió con el mundo una historia que pasará a formar parte de los libros sobre Internet: la historia de “la señora”, “el chino”, “el poli” y las plantillas de 75 céntimos.
Voy a intentar dejar de lado el tufillo slightly racist que tiene la chiquilla aclarando cosas como que su jefe no es “el típico chino cabrón”, porque tela marinera…
Aprovecho para dejar por aquí el reportaje de mi compañera Anna Pacheco sobre por qué deberíamos dejar de llamar al bazar de debajo de casa “el chino” y al ultramarinos de enfrente “el paki” y sigo con el tema.
Están últimamente de moda las señoras cleptómanas y mentirosas, parece ser.
Bueno, como si en España lo de ser un mangante y un jetas se hubiese pasado de moda alguna vez. Jaja #yoro.
Efectivamente, el hombre que estaba hasta las pelotas ya, tuvo el valor.
La policía vino.
Y la señora que ya tenía abierto el grifo de las trolas, pues a borbotones.
Y con un engorile digno de haber desayunado viendo a Ana Rosa con un carajillo de litro
Plot twist: un poli bueno fuera de la ficción. No sé cómo sentirme.
Y la señora en plan jabalí, buscando la huida hacia adelante por los pasillos del bazar.
JAJAJAJAJAJA
O sea, esta mujer debe de ser la madre del señor loco embarazado POR LO MENOS.
Seguimos para bingo.
♪ Que el ritmo no pare, no pare, no ♫
La reculació.
A estas alturas estaba ya todo Twitter mordiéndose las uñas hasta los codos.
Y la pobre Andrea en plan “vamo’a’calmano”, que no doy abasto.
Hubo juicio.
Por unas plantillas de 75 céntimos.
Esto sí que es Marca España.
En plan: mango unas plantillas de mierda que no cuestan ni un euro a un señor que solo intenta ganarse la vida dignamente, pero me gasto mil en abogados porque para chula yo.
El señor de la tienda flipando, lógicamente.
Y ella, bueno, en su línea.
Andrea sacando pecho por su boss.
La jueza pensando en la cara que van a poner en su casa cuando explique todo esto.
Malentendido lingüístico. Yo cada vez estoy más segura de que Señoras bien de Las Bistecs se inspiró en esta señora.
Mañana se dicta sentencia.
Y, claro, está España en vilo.
Vamos, que como la resolución del juicio tarde un poco más en salir, vuelven a aprobar la ley de vagos y maleantes y nosotros ni enterarnos.
La peña quiere más: que hagan una peli.
O, bueno, eso igual es un poco demasiado ambicioso, pero un poco de fanfic y fanart es bastante necesario.
Rivera, apúntate esta para tu próximo discurso si quieres parecer más guasón.
Esto ya es historia de España.
Seguiremos informando.