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Life
Advertencia: vas a reír y vas a llorar
06 Junio 2018 13:25
Se llama Marco Manrique, aunque según explica en su web todos le llaman Caco. Es de Valladolid, trabaja como profesor de inglés, dibuja, escribe y cose muñecos de peluche. Pero, por encima de todas esas cosas, Marco tiene algo que heredó de su familia: un sentido del humor que le acompaña en las buenas y en las malas.
Así lo ha demostrado en un hilo que ha escrito desde su Twitter @subetealanutria, uno de los más bonitos, más divertidos y más conmovedores que hemos leído nunca.
Hoy hace una semana que se murió mi madre. Murió de cáncer y sabiendo con bastante precisión cuándo iba a morir.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Durante estos días durísimos, hemos dicho muchas tonterías y ahí van algunas de ellas:
Muerte, cáncer y chistes puede ser una combinación que no convence a la mayoría, pero las pequeñas anécdotas de Marco hablando de cómo el sentido del humor les hizo sobrellevar la muerte de su madre probablemente les haga cambiar de opinión. Hubo de todo:
Referencias a series de dibujos.
Mi primo vino a visitarla e hizo el chiste de «Rick y Morty» de pedirle a alguien que cerrará la puerta diciendo «cierra, que se va el cáncer».
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Vlogs de cachondeo en urgencias.
Nos perdimos una reunión familiar porque tuvimos que ir a urgencias. Nos mandaron un vídeo con un paneo de todo el mundo cantando el Cumpleaños feliz al cumpleañero. Mi madre y yo grabamos otro vídeo: paneo del box de urgencias, sin sonido, terminando en ella con la lengua fuera.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Juegos de palabras tontos incluso hablando de quimio.
En una revisión oncológica le dijeron que no iban a poder darle quimio esa semana, porque tenía los bronquios muy mal. «No tengo los bronquios para farolillos», me dijo.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
(Casi) morirse de la risa por un (casi) chiste de Gomaespuma.
Durante el último mes estuvo sufriendo crisis de ahogos. La primera le dio por reírse de un chiste (ni siquiera chiste!) de Gomaespuma: «puso pies en Pontevedra» (en vez de «en polvorosa»).
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Después comentamos con ella que fue una lastima no haberse muerto ahí, con un chiste de Gomaespuma.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Mantener el espíritu republicano incluso con la bombona de oxígeno colgando.
Una cosa que le ayudaba bastante era sentir aire en la cara y su hermana le trajo de las fiestas de Villalar un abanico con la bandera republicana que, por lo que fuera, abanicaba mejor que otro más neutro que había por casa…
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
El día de ese primer ahogo, vinieron los de urgencias y, cuando todo se calmó, estuvimos comentando lo mal que funcionaba la empresa que traía a casa las bombonas de oxígeno: Oxigen Salud.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
En el momento no se dio cuenta de la situación y la pinta que tenía, pero luego lo comentamos y se partía el culo.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Rebautizar al equipo de cuidados paliativos.
El primer día que vinieron a casa los de cuidados paliativos empezamos a llamarlos «los de apelativos» e imaginábamos que iban casa por casa llamando a los enfermos «eh, caratonto!» y cosas así.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Chistes bajos en sal.
Ese día los de paliativos le tomaron la tensión y, como siempre, la tenía baja.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
—La tienes un poco bajita —le dijeron.
—Es un seguro de vida, ¿no? —contestó.
El chiste tardó en calar. ¡Es que estamos todos tan acostumbrados a esa coletilla!
Un funeral acorde a todo lo demás.
Ella quería un final laico. No tanto porque fuese atea (que también), sino porque no quería que oficiara la misa alguien que no la conociera y la juntara con los otros finados del día.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
—No quiero que me toque un cuarto de diácono —nos dijo.
Así que estuvimos mi hermana y yo pensando barbaridades y obscenidades que hacer en lugar de la misa. Una de las ideas que más le gustaba a mamá era decir solamente «En el portal de Belén, Amén» e irnos todos.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Así que estuvimos mi hermana y yo pensando barbaridades y obscenidades que hacer en lugar de la misa. Una de las ideas que más le gustaba a mamá era decir solamente «En el portal de Belén, Amén» e irnos todos.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Aunque como era justo antes de la incineración y su familia es Valenciana, también queríamos decir «Senyor pirotecnic, pot començar la mascletà!».
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Aunque yo sí que dije:
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—Según los deseos de mi madre, he escrito unas palabras: rododendro, arcabuz, conspicuo, alfoz y prístinas.
Mi padre no estaba muy convencido de eso:
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
—Es traer a Rajoy a un sitio en el que no me gusta que esté.
A lo que mi hermana le dijo que:
—Es reírse de Rajoy como mamá se ha reído siempre.
Y un marido que, a todas luces, era perfecto para ella.
Por cierto, que mi padre también tuvo cáncer (menudo historial majo me queda) y nos dio permiso para:
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
1. Hacer chistes sobre su cáncer.
2. Ofendernos si alguien hacía chistes sobre cáncer diciendo: «eh, no hagas chistes sobre el cáncer, que mi padre murió riéndose de uno».
Marco reflexionó después sobre lo volátil que es nuestra existencia como lo hubiese hecho su madre: descojonándose un ratito más.
Mi madre murió sin ver irse a Rajoy y me da rabia, mira. Podría haberse ido en paz no, lo siguiente.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Puse a copiar 3,5 TB de datos de un disco duro a otro. Puso «Quedan 73 horas». Mi madre murió antes de que pasaran esas 73 horas.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
Gente que murió antes que mi madre:
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
—El niño Gabriel.
—Avicii.
Gente que ha sobrevivido a mi madre:
—George R. R. Martin.
—Tamariz.
Y cerró recordándonos una de esas frases que se han repetido hasta el hastío, pero tienen mucho de verdad: la gente no muere del todo mientras viva en nuestra memoria. Y la fuerza y las ganas de reír hasta el final de la madre de Marco estarán con él y su familia siempre.
Por cierto, se me ha olvidado que mi hermana fue a por las cenizas el otro día. Puso la urna en el sofá favorito de mi madre, les puso sus gafas, el abanico republicano y su manta favorita. Cuando llegué, la mezcla de ternura, grima, yuyu y descojone fue fina.
— Súbete a la nutria (@subetealanutria) 5 de junio de 2018
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